Let the DARK IN (Traducción a español)

21- El Baño de Prefectos

La expresión de Malfoy es de furia fría cuando entra en el Baño de los Prefectos, pero se desvanece en el instante en que ve a Hermione en la bañera.

Se detiene en seco, la confusión recorre su rostro y se queda allí mirándola boquiabierto.

Hermione lo mira con igual asombro, pero logra recuperarse primero. "¡Sal de aquí!"

Su voz parece devolverlo a la vida. Parpadea, se sonroja hasta la línea del cabello y da un paso atrás, tartamudeando algo que suena vagamente a disculpa, pero las palabras no han salido completamente de su boca antes de que se detenga en seco. Sus ojos la recorren y una extraña expresión cruza su rostro. Hace una pausa como si estuviera calculando, luego se endereza.

Hermione observa con horror e indignación mientras él se acerca y cierra la puerta, cerrándola correctamente esta vez antes de volverse hacia ella, con la ceja llena de cicatrices arqueada como si la desafiara a objetar.

Obviamente ella lo hace.

"¿Qué estás haciendo?" Su voz es casi un chillido.

No puede pensar que puede quedarse aquí.

Su varita está al otro lado de la habitación y tendrá que salir del agua y correr directamente hacia él si quiere alcanzarla. Ella le salpica agua en su lugar. "Yo estaba aqui primero. ¡SAL!"

"No grites", dice Malfoy en tono de reproche, como si estuviera siendo infantil. Mira hacia abajo y se quita el anillo de sello de la mano.

Lo mira fijamente por un momento, y la comisura de su boca apenas se levanta cuando inclina la mano y la deja caer. Golpea el suelo con un ruido metálico pesado, el sonido es lo suficientemente sólido como para haber roto el azulejo. Ni siquiera se molesta en comprobar si ha abollado su reliquia familiar, pasa por encima y se quita la capa antes de dejarla caer junto a la de Hermione y las botas abandonadas.

Hermione lo mira con incredulidad, toda la situación es tan extraña que está luchando por aceptar que realmente está sucediendo. "Gritaré todo lo que quiera. ¡Sal!"

Él la mira con ojos escrutadores. "¿Por qué?"

¿Qué quiere decir con 'por qué'? Ella balbucea, demasiado indignada para las palabras. ¿No entiende el concepto de privacidad? ¿No recuerda lo que casi pasó la última vez que estuvieron solos?

"Porque me estoy bañando y no estás invitado. ¡Vete!"

Él solo resopla, sacudiendo la cabeza. "No es como si estuvieras desnuda".

Lo dice sin tono, una observación casual, pero Hermione se sonroja hasta la raíz de su cabello.

"Eso, eso no viene al caso", dice ella, su voz se vuelve estridente. "¡Este es mi baño! ¡Se supone que no deberías estar aquí!"

"Oh, déjalo, Granger" dice, quitándose las botas y mirándola astutamente. "No es como si no hubiera visto ya todos tus ángulos". Le da una sonrisa lobuna. "¿Pensaste que te iba a comer en el lago?"

Sus ojos se salen de las órbitas, y él le dedica una fina sonrisa antes de quitarse la camiseta gris con la insignia roja de Durmstrang de un águila bicéfala. Hermione mira hacia otro lado rápidamente, temerosa de que si no lo hace, se quede mirando.

Ella se sonroja de nuevo. "Eso es irrelevante. Este es mi baño."

Él se acerca, tiene suficiente sentido común para mantener su traje de baño puesto, porque si trata de quitárselo, ella gritaría como loca y luego lo asesinaría. Se desliza en el agua frente a ella. Afortunadamente, el baño es lo suficientemente grande como para que todavía esté a unos buenos cinco pies de distancia.