Let the DARK IN (Traducción a español)

2-Espino Y Vid

Ella no pensó que realmente la seleccionarían. No creía que de entre todos en Hogwarts fuera posible.

Cuando Hermione se escabulló de regreso al Gran Comedor y deslizó su nombre, no fue porque pensó que la elegirían. Había sido una forma de demostrarse algo a sí misma: que podía entrar. Que ella era el tipo de persona que lo haría, si tuviera la oportunidad.

En una vida diferente, en un mundo diferente, tal vez incluso podría ser una heroína. Es más que una nacida de muggles, más que una enciclopedia ambulante, más que la persona buena en un apuro la noche anterior a un examen. Fue la indignación, el orgullo y la determinación todo retorcido dentro de ella como un remolino lo que llevó a Hermione a través de la línea de edad hacia el cáliz.

Después se acostó en la cama, con el corazón aún acelerado, imaginando escenarios donde se anunciaba su nombre y en cada uno, era un triunfo. Un nuevo comienzo. En el proceso de ser elegida, se convirtió en una nueva persona a los ojos de la escuela. Estaban sorprendidos y atemorizados por su selección. De repente, todos la vieron de una manera que los obligó a considerar su existencia, quisieran o no. Hermione Granger, Campeona de los Tres Magos de Hogwarts.

En realidad, cuando su nombre es llamado, las reacciones de la escuela no son de shock y sorpresa, sino de asombro e incredulidad. Cuando Hermione se pone de pie con torpeza, no hay alegría como cuando se llamaba a Bisset y Malfoy. Un leve aplauso comienza cuando ella está a la mitad de la habitación y se separa vacilante mientras camina hacia la Mesa Alta. Cada rostro con el que pasa está lleno de confusión. Incluso los estudiantes de Beauxbatons y Durmstrang, que no saben quién es, ya pueden decir que hay algo mal en la selección.

Cuando llega al frente del Gran Comedor, Dumbledore la estudia, sus ojos azules sin su brillo habitual.

"Señorita Granger, por favor únase a los otros Campeones", dice, señalando la puerta a la derecha de la Mesa Principal por la que Bisset y Malfoy ya han desaparecido.

Mira hacia las mesas de la casa y encuentra un mar de rostros desconcertados.

Levanta la barbilla y camina hacia la puerta, la ansiedad recorre su columna tan fría como el hielo.

En menos de un día, se vuelve evidente: Hermione Granger no es la campeona que Hogwarts quiere.

"Por centésima vez, no engañé a la Copa", le espeta a Ron cuando él lo insinúa. De nuevo. Por centésima vez. "Fui elegida de la misma manera que todos los demás".

"No se suponía que debías entrar", dice Harry con altivez, aparentemente habiendo decidido respetar y valorar las reglas por primera vez en toda su vida.

Aprieta la mandíbula y cierra de golpe otro libro de historia que no le proporciona ninguna información útil sobre qué tipo de desafío podría esperarse en la Primera Prueba. En la orientación que tuvo lugar en la pequeña antecámara más allá del Gran Salón, la única información que proporcionó el coordinador del torneo, Ludo Bagman, fue que la Primera Prueba estaba destinada a poner a prueba el "atrevimiento" de los campeones.

Ella da un profundo suspiro.

"Había una barrera de edad alrededor de la Copa. Tengo diecisiete años desde el mes pasado. Crucé la barrera y puse mi nombre como cualquier otro estudiante, y el cáliz me eligió. "

Ella los mira con el ceño fruncido, ya comenzando a sentirse emocionalmente cansada por el escrutinio y enojada porque absolutamente nadie está dispuesto a considerar que tal vez ella merezca ser seleccionada.

"Dios sabrá por qué, aparentemente. No puedo retirarme ahora incluso si quisiera ". Sus hombros caen. "Sólo váyanse si van a ser así conmigo".