Eran altas horas de la noche y la lluvia no parecía querer cesar, nueves grises cubrían el cielo nocturno. En la casa del joven se podían escuchar sollozos, Ink había vomitado otra vez y se encontraba desesperado, los tallos y espinas en su pecho se sentían como una llama quemando todo a su paso.
No le queda nada más que hacer que llorar y sufrir en ese momento, se encuentra en el piso junto a la tasa del baño, abraza su estómago mientras se retuerce un poco... los tallos al no poder salir se habían extendido hacia su estómago, las espinas lo lastiman horriblemente y revuelven su cena...
Volvió a su cuarto y cerró con llave, el recostarse a dormir era lo único que le quedaba por hacer.