Yoongi aún recuerda la primera vez que vio a esa perfecta mujer enfundada en aquel elegante traje de noche.
Los destellantes flashes de las cámaras casi lo dejan ciego, pero ni por un segundo parpadeo, pues no quería perderse ni el más pequeño detal...
Hoseok asistió toda la mañana a citas de matrimonio que su madre le había organizado y ahora se encontraba con un humor de diablos por dicha situación.
Entendía la preocupación de su madre por su futuro, tomando en cuenta que ese año había cumplido los treinta y dos y aún no se había casado ni comprometido.
¿Pero como le explicaba a su madre que la razón de soltería no se debía a que no, estubiera interesado en casarse?
Quizás antes, cuando estaba en sus veinte, estaba renuente a la idea de tener que compartir no solo su vida, sino su espacio personal con otra persona, pero todo cambió radicalmente, cuando conoció a Jimin.
Aceptar y realizar aquella primera película con él, fue el inicio de lo que consideraba, su más "maravilloso tormento"
Había sido compañero de clases con Seokjin en la universidad, pero se dejaron de ver por un tiempo, hasta que un día la empresa de entretenimiento para la cual laboraba como director, donde hacía pequeños sketches y algunos anuncios publicitarios, le encomendó la tarea de dirigir la primera película de la nueva estrella en ascenso Park Jimin.
Cuando reconoció a Seokjin, quedó un poco confundido porque nunca supo que este tuviera una hermana, si recordaba que su padre se había vuelto a casar con una joven viuda, pero tampoco recordaba que esta llegase con una hija al nuevo hogar.
Cuando Jimin llegó a la reunión, la imagen de un tímido niño que alguna vez miró en las fotografías que Jin subió a sus redes cruzó por su mente, pero antes de que pudiera decir algo, Seokjin lo había prácticamente arrastrado hacia una esquina para confesarle la verdad, suplicándole que no dijera nada. Y aunque al principio no estaba tan seguro de que aquella loca idea de hacer pasar a Jimin por una chica resultara aceptó, cuando su mirada se desvió por unos segundos hacia aquellos hermosos ojos vivaces, que lo observaban con mucha curiosidad, desde una esquina de la sala.
Aquel chico quizás era la criatura más tierna que hubiese visto antes, pero al mismo tiempo sus facciones eran varoniles y definidas aunque fuera casi un niño. A partir de ese momento, Hoseok no pudo apartar su mirada de él.
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Cuando al terminar aquella reunión, Seokjin lo había invitado a comer no dudo ni un momento en aceptar, pues quería saber más acerca de aquel precioso niño de encantadora sonrisa geométrica de nombre, Kim Taehyung.
A partir de aquel momento, Hoseok había quedado prendado de Taehyung y aunque nunca se lo confesó directamente, era más que obvio que le gustaba. Pero existía varios obstáculos entre ellos, como ser la diferencia de edad y el ser hijo único convertía el hecho de tener una futura relación con Taehyung en algo imposible, pues su deber como hijo era perpetuar el linaje familiar a través de un próspero matrimonio.
