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Después de las grabaciones, Jimin había quedado con Yoongi de verse cerca del edificio donde vivía y desde allí salir para algún sitio que fuera reservado.



Está vez no utilizó la camioneta sino su propio auto para mayor comodidad y así poder estar a solas con el rubio sin ojos curiosos mirándolos. Aunque sabía muy bien que su chofer era de confianza, prefería estar a solas con el chico y no dar mucha información de su relación con él.



Como siempre, Yoongi vestía ropas oscuras, una boina y mascarilla negra para evitar ser reconocido por algún ojo curioso. Esperó a Jimin dentro de su auto, hasta que lo divisó venir, pues por la hora no había muchos transeúntes esa tarde-noche. Esta vez el rubio no usaba ropas deportivas como en otras ocasiones, sino un conjunto un poco más cuidado de jean, camisa, chaqueta de cuero y unos botines que sin duda le daba ese toque juvenil a su vestimenta, aunque claro, la mascarilla y el beanie eran imperdibles para una persona como él, que quería pasar inadvertido.



¿Inadvertido?

¿Era posible para el rubio eso?

¿Cuando cada una de las personas que encontraba a su paso, volteaba su cabeza al verlo pasar?



El mismo Yoongi no podía apartar sus ojos de él ni de aquel sensual y despreocupado andar, como si fuera ajeno a lo que provocaba con cada cadencioso paso, con cada pequeño movimiento de su cuerpo.



Sí, Jimin podía volver loco a cualquiera con solo juntar sus labios y remojarlos lentamente con la punta de su lengua, como acostumbraba hacerlo.



Eso hacía sentir un poco molesto a Yoongi, pero al mismo tiempo, el orgullo y la satisfacción de saber que aquel chico solo tenía ojos para él llenaban por completo su interior, haciéndolo sentir poderoso.





Salió de su auto y se apoyó en el capó del auto, deleitándose con el sensual caminar del rubio que había convertido aquella avenida, en su pasarela personal

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Salió de su auto y se apoyó en el capó del auto, deleitándose con el sensual caminar del rubio que había convertido aquella avenida, en su pasarela personal. De repente, la bocina de un auto llamó la atención de Yoongi que volteando a ver en dirección del sonido, perdió de vista por unos segundos al rubio y al volver su mirada a él, no lo encontró solo.

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