Desperté y no vi a mi madre. No tenía idea de a dónde se había ido. En la mesa del comedor estaba mi laptop, así que supuse que salió con la madre de Siena. Mi única opción era contactar nuevamente a esa cuenta y comprobar que no se trataba de Almendra.
De: Amanda Red
Para: Cuenta desconocidaNecesito que me digas, ¿quién eres? Todo se complicó y tú eres mi única salida. No puedo continuar sin saber tu verdadera identidad.
Cada minuto que paso se convirtió en un martirio. El clima comenzó a cambiar. Una tormenta estaba por entrar a la ciudad. Me situé en un escenario completamente catastrófico. La última vez que hubo relámpagos y truenos en el cielo fue la antesala de mi desastre. Solo deseaba que respondiera mi mensaje antes de que todo llegara a su fin. La lluvia comenzó a caer y vino acompañada de una respuesta.
De: Cuenta desconocida
Para: Amanda RedSupongo que ahora más que nunca quieres vengarte de Almendra. Ya te diste cuenta que las cosas no se iban a resolver tan fácil. Ahora que recobraste el sentido de batalla ha llegado el momento de finiquitar todo esto.
De: Amanda Red
Para: Cuenta desconocida.Antes de que me envíes cualquier información necesito conocerte. Te agradezco todo el apoyo que me has brindado, pero la duda me está matando.
De: Cuenta desconocida
Para: Amanda RedTú ya me conoces, yo siempre he estado ahí. Este paso no lo darás sola. Te espero a las ocho de la noche afuera de la casa de Almendra. Ahí resolverás cada una de tus dudas. Una vez que estés en el lugar te diré lo que haremos.
Faltaban treinta minutos para la hora que me indicó. La lluvia comenzó a intensificarse, pero eso no me detendría. Por fin iba a resolver esa gran incógnita y me tranquilicé al pensar que no se trataba de Almendra. No tenía caso imaginar quién estaba detrás de todo eso si iba conocerlo(a) en unos minutos.
—Te prometo que todo va estar bien. Sé que no son las mejores condiciones para salir, pero es necesario para entregarte un mejor futuro —coloqué mis manos en mi vientre—. Después de esto nos enfocaremos en nuestro arcoíris.
Subí a mi habitación por mi impermeable y envolví mi celular en una bolsa de plástico. Tomé mis llaves y en ese momento se fue la luz. Busqué mi lámpara y la encontré dentro de uno de los buros que estaban a un lado de mi cama. Los rayos que caían en ese momento hacían todo más siniestro; me quité todos los metales que pudieran atraerlos. Bajé lentamente por las escaleras, prefería llegar un poco tarde que poder accidentarme. Cerré la puerta y me percaté que el alumbrado público también había sido dañado por la tormenta. La calle estaba sola y completamente obscura; no había un peor día para salir. Mis tenis no tardaron en llenarse de agua. Agradecí que la casa de Almendra estuviera solo a unas calles.
Llegué y no observé a nadie afuera de la casa. De inmediato pensé que se habían burlado de mí. Todo cambió cuando me percaté que la puerta estaba abierta. Me acerqué pero tenía miedo de que se tratara de una trampa.
Continué avanzando, pero no lo suficiente para entrar. Me armé de valor y decidí cruzar esa línea. Entré y sentí un enorme escalofrío. No podía observar nada así que encendí mi lámpara. Me cuestioné si era una buena idea indagar un poco más. Di un paso hacia atrás y por un instante consideré retirarme. Casi se me sale el alma cuando escuché un enorme estruendo en el cielo. Me quedé estática, por suerte no grité. Pude sentir como mi corazón comenzó a acelerarse. El pánico se apoderó de cada parte de mi cuerpo. Mis manos no dejaban de temblar. Me sorprendió que nadie notara mi presencia, todo indicaba que algo malo sucedió. Intenté tranquilizarme, pero fracasé en cada intento.

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Amanda Red
Mistero / ThrillerAmanda es una estudiante de Psicología que aborrece las redes sociales, a tal grado de culparlas por todo lo malo que acontece en su vida. Un proyecto de Sociología le dará la oportunidad de erradicarlas por un lapso, sin embargo, esto sólo será el...