Amanda Red

Capítulo 20

Abandonamos las instalaciones de la universidad mientras observaba el desastre del cual era cien por ciento responsable.

Durante el camino comencé a atar cabos. Tal vez Almendra era la cuenta desconocida. No dejaba de darme vueltas en la cabeza la forma en que me miró. Ella estuvo presente en cada uno de los acontecimientos que se mencionaban en el cuerpo de los correos. No había nadie más que conociera tanto sobre mí. Su mensaje de tregua solo fue una forma de despistarme para acceder a las peticiones de dicha cuenta. Además siempre tuvo contacto con Flavio y Mauro. Todo encajaba a la perfección. Me sentí perdida. Una vez más Almendra tenía los argumentos y pruebas para destrozarme. Volví a caer en su trampa. Mi semblante lucía desencajado, pero mi madre lo atribuyó a todo lo sucedido.

—Sabes que cuentas conmigo para todo, ¿verdad? —mi madre tomó mi mano.

—Claro, nunca lo he dudado —le sonreí.

—Tengo que irme al trabajo, pero si necesitas algo no dudes en marcarme.

Bajé de la camioneta y me despedí de mi madre. Traté de actuar normal. Esperé a que diera vuelta a la derecha para dirigirme a mi casa.

Abrí la puerta y subí las escaleras con gran desesperación. De inmediato comencé a escribir.

De: Amanda Red
Para: Cuenta desconocida

Ya sé que eres Almendra y no voy a permitir que te salgas con la tuya. Lo de hoy fue deplorable. Me siento tan estúpida de haberte creído. Voy a terminar contigo y vas a desear nunca haberme conocido. Siempre has pensado que eres más lista que yo, pero estoy a punto de demostrarte todo lo contrario. Has caído demasiado bajo y esta es la última vez que te burlas de mí.

Grité una y otra vez. Me descontrolé, no sabía cómo canalizar mi ira. Golpeé la pared. Pateé todo lo que tenía enfrente. Toqué mi vientre y comencé a llorar. Me senté en una de esquina de mi habitación. Me sentí tan miserable. Comencé a imaginar cada uno de los escenarios negativos que le esperarían a mi bebé y eso me destrozó. La respuesta no tardó en llegar.

De: Cuenta desconocida
Para: Amanda Red

Si fuera Almendra no estarías en tu habitación en estos momentos. Ya te lo dije desde un inicio, yo estoy de tu lado. No tienes de qué preocuparte. Deberíamos de estar celebrando lo que hemos creado. ¿A caso no te gustó presenciar como atacaban a Flavio? Ya era hora de que alguien sintiera el dolor por el cual has pasado. Así que, solo disfruta del momento y deja de perder el tiempo con acusaciones sin sentido. Vamos a ver cómo termina todo esto, porque solo es el comienzo.

¿Cómo sabía que me encontraba en mi habitación? No podía seguir en contacto con esta persona. Chequé cada uno de los seguros de mi casa. El miedo se apoderó de mí. Comenzaron a sonar demasiadas alertas a través de mi computadora, pero no eran de algún correo electrónico. Algo estaba sucediendo a través de las redes sociales. Flavio acababa de realizar una publicación que se hizo viral en cuestión de segundos. Comencé a leerla.

Publicación de Flavio:

Es una mierda cargar con un sentimiento que la gente no entiende, y más el fingir ser una persona que no eres. Durante mucho tiempo traté de cumplir con los estereotipos de la sociedad para poder ser aceptado. Hoy siento que decepcioné a mi familia, y sé que nadie aceptará lo que soy. ¿Qué soy? Soy un hombre al cual le gustan los hombres, o como ustedes lo dijeron “un puto” o “un maricón”. Y sí, desde hace tiempo estoy enamorado de Mauro y todavía no he podido superar el hecho de que no esté conmigo. Nunca fui lo suficientemente valiente para aceptar abiertamente mis sentimientos, pero sí lo soy para reunirme con el hombre que amo. Espero que hayan disfrutado las burlas porque ya no habrá más.