Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ XI

128 20 6
                                    

Si hubiera estado pensando de forma racional, nunca lo habría permitido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Si hubiera estado pensando de forma racional, nunca lo habría permitido. Los labios de JongIn acariciaron lentamente los míos antes de ejercer una suave presión. Me pegué contra su fuerte cuerpo hasta que encontré una postura perfecta, del todo inesperada, que me provocó una oleada de deseo. Se me aflojaron las rodillas, pero daba igual, porque JongIn me sujetaba con fuerza. Una de sus manos me cogió de la barbilla con delicadeza.

Cada vez que intentaba dar por terminado el beso, JongIn insistía un poco más, instándome a no cerrar los labios mientras me saboreaba a conciencia. Era tan distinto de aquello a lo que estaba acostumbrado que no se parecía en nada a un beso. En ese momento, me di cuenta de que los besos con Dylan se habían convertido en una especie de signo de puntuación, en el cierre de una exclamación o en el punto final apresurado de una conversación. Ése era mucho más dulce, más apremiante e implacable. Era un reguero de besos desatados, novedosos y arrebatadores que me desestabilizó por completo. Me aferré a sus hombros y coloqué los dedos en su nuca.

JongIn tomó aire mientras una de sus manos descendía y me agarraba por la cadera para pegarme a él. El contacto frontal fue sorprendente, electrizante. Todo su cuerpo era duro. Todo. Estaba al mando, era muchísimo más fuerte que yo, y quería dejármelo bien clarito.

Me besó hasta que las sensaciones desembocaron en algo que no podía permitir, abrumándome y dejándome indefenso. El doloroso anhelo que, se extendió por mi cuerpo me hizo comprender que, si me acostaba con ese alfa, arrasaría con todo. Todas las defensas que había erigido a lo largo del tiempo acabarían destrozadas.

Empecé a temblar y a debatirme hasta que conseguí apartar la cara el tiempo justo para decir:

-No puedo. No. JongIn, ya vale.

Se detuvo al instante. Aunque me mantuvo pegado a su pecho, que subía y bajaba con rapidez. Era incapaz de mirarlo a la cara.

-Esto no debería haber pasado -dije por fin con la voz ronca.

-Tenía ganas de hacerlo desde que te vi por primera vez. -Sus brazos me rodearon con fuerza y se inclinó sobre mí hasta que su boca me rozó la oreja. Me susurró con dulzura-: Y tú también.

-Ni hablar.

-Tienes que divertirte un poco, Baekhyun.

Solté una carcajada incrédula.

-No necesito divertirme, lo que necesito es... -Dejé la frase en el aire con un jadeo, al sentir que me acercaba aún más a sus caderas.

El contacto fue demasiado para mis saturados sentidos. Para mi vergüenza, me abracé a él antes de poder evitarlo, guiado por el deseo y el instinto, que le ganaron la partida al sentido común.

Al darse cuenta de mi respuesta instintiva, JongIn sonrió contra mi mejilla sonrojada.

-Deberías aceptar. Te vendrá bien la experiencia.

Vɪʙʀᴀᴛɪᴏɴᴇs ||| KᴀɪBᴀᴇᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora