Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ XIV

135 21 14
                                    

Mientras salíamos, reflexioné sobre todo lo que se había dicho durante la entrevista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras salíamos, reflexioné sobre todo lo que se había dicho durante la entrevista. Me froté las sienes, porque parecía tener una goma elástica muy apretada alrededor de la cabeza.

JongIn me abrió la puerta del coche antes de rodearlo para abrir la suya. Dejamos un rato las puertas abiertas para aliviar un poco el calor del interior antes de sentarnos.

—No soporto a Charles Patrick—confesé.

—¿De verdad? No lo había notado.

Estaba escuchándolo hablar y no dejaba de pensar que tenía delante a un gilipollas hipócrita que se había aprovechado de mi hermano... En vez de pegarle un tiro o algo así, que era lo que me apetecía hacer, he tenido que aguantarlo y negociar con él.

—Lo sé. Pero de momento se está portando. Tienes que reconocerlo.

—Sí, claro, porque lo estamos obligando. —Fruncí el ceño—. No estarás de su parte, ¿verdad?

Baekhyun, acabo de pasarme una hora y cuarto apretándole las tuercas a ese tipo. No, no estoy de su parte. Lo único que digo es que no es el único culpable de esta situación. Vale, ya podemos entrar. —Arrancó el coche. El aire acondicionado no era suficiente para aliviar el calor abrasador.

Me abroché el cinturón de seguridad.

Mi hermano está en una clínica con una depresión nerviosa después de que un pastor casado lo sedujera y lo dejara tirado... ¿Estás insinuando que la culpa es de Taehyung?

Estoy diciendo que cada cual tiene su parte de culpa. Y a Taehyung no lo sedujo nadie. Es un adulto hecho y derecho que usa su cuerpo para conseguir lo que quiere.

Viniendo de ti, el comentario resulta un pelín hipócrita, ¿no te parece? —repliqué, malhumorado.

Baekhyun, las cosas están así: tu hermano va a conseguir una casa, un coche y una mensualidad de quince mil dólares, y todo gracias a que un tío con dinero lo dejó embarazado. Sin embargo, por muy bueno que sea el acuerdo al que lleguen los abogados, tendrá que buscarse algún otro vejestorio con pasta para asegurarse el futuro. El problema es que la próxima vez no le va a resultar tan fácil. Porque tendrá unos añitos más.

—No crees que algún día pueda casarse, ¿verdad? —le pregunté, cada vez más irritado.

No se conformará con una persona normal y corriente. Quiere alguien rico. Y él no es de los omegas con los que se casan los ricos.

—Sí que lo es. Es guapo.

La belleza está de capa caída. Y eso es lo único que Taehyung aporta al matrimonio. En términos empresariales, es un bien temporal, no perdurable.

La cruda afirmación me dejó sin aliento.

—¿Así es como pensáis los ricos?

—La mayoría, sí.

Vɪʙʀᴀᴛɪᴏɴᴇs ||| KᴀɪBᴀᴇᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora