viejo amigo

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Podría cantarte una canción de cuna mientras miramos a la luna,
Dos sombras abrazadas que se reconocieron como una.

Dos cicatrices sobrepuestas que pusieron sus hombros para las lágrimas de la otra.

Sanamos mientras proyectabamos nuestras fisuras en las estrellas que veíamos desde el césped de nuestro refugio.

Compartiamos sodas de principios sabor uva y patinabamos con los cordones unidos en la pista de nuestras aventuras.

Carge y cargaste el peso de nuestros secretos,
cuando hicimos un pacto por la luna desde nuestro escondite secreto.

Nuestras risas eran nuestra firma cuando estábamos juntos,
y la espontaneidad nuestra forma de ser frente al mundo.

Nos íbamos en tu carro de libertad;
En el crepúsculo y el principio de las festividades,
para olvidarnos un rato de nuestras realidades.

Sangre joven fluyendo por nuestras venas;
par de almas viejas que solo se mostraban como en realidad eran ante ellas.

Abrazos que daban luz cuando todo oscuro se encontraba,
manos gentiles que me recordaban la paz cuando en la guerra me centraba.

Caminos diferentes tomamos pero nuestros lazos aún nos hacen recordarnos de vez en cuando,
recuerdos cálidos y alegres que alejan las malas vibras para siempre.

Aún te mantengo en el bolsillo de mi memoria viejo amigo,
como un viajero que guarda agua fresca,
para cuándo su viaje se haga cansino.

voces de un alma perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora