Un Amor de Pequeñas Dimensiones

Capítulo 14: La despedida de un buen amigo.

La gran ciudad de Demacia estaba sumida en un completo caos. Pese al enorme esfuerzo que los soldados y la propia guardia real llevaban a cavo, los espectros invocados por Thresh campaban a sus anchas a lo largo y ancho de sus calles.

Mientras tanto, Vex y Orlon se enfrentaban entre ellos, aunque más bien pareciera que en el caso de la yordle gótica que tan solo lo veía como una molestia. Acometida tras acometida del humano era frenada en seco por los escudos de magia negra..

-Uaaaahhh.....¿es que acaso no te aburres?, ¿no ves que es inútil y que no puedes hacerme nada?. Bahhhh....de verdad la gente como tu tan positiva y llena de optimismo y perseverancia me da una pereza.... -bufó la yordle cargando un ataque que lanzó contra Orlon. El rey gracias al martillo que usó como apoyo fue capaz de esquivarlo, pero dejó que aquello lo agarrara con la guardia baja.

-Ahora déjame en paz. -le susurró Vex quien con un impulso se había conseguido colocar a escasos centímetros de su rostro. Orlon pudo solo contemplar durante un ínfimo instante como una esfera se estampaba contra su pecho mandándolo posteriormente a volar por los aires.

-¡¡¡Al rey, tenemos que proteger al rey!!!-gritó uno de los capitanes justo después de decapitar a uno de aquellos seres aberrantes. Sin embargo, Thresh no estaba por la labor de dejarlos unirse al combate, eso era algo personal entre Orlon y Vex, por lo que alzando una de sus huesudas manos, el carcelero levantó una barrera etérea de forma hexagonal separando a las fuerzas reales de su propio monarca. Además, para mayor burla hacia ellos, Thresh los mandó callar con un sonido suave, pero al mismo tiempo insuflado de terror.

-Aaghhh.....n-no me voy a permitir....caer ante ti....ughhh....

-No es cuestión de que quieras o no quieras, lo que va a pasar no puedes cambiarlo, ¿es que acaso todos los humanos sois igual de idiotas?. La oscuridad va a devorar este reino, todo quedará sumido en la más profunda desesperación y tristeza, ahhhh.....justo como él me prometió, el si que es un hombre de verdad. -suspiró la peliverde finalmente antes de alzar la mano para que la sombra que llevaba consigo rodeara el cuerpo paralizado de Orlon.

-Vamos Vex, haz eso que me gusta con este humano, se que tu también lo disfrutas aunque no sea del todo tu campo. -le pidió Thresh quien se había sentado en un montón de ruinas caídas de un edificio derrumbado, todo mientras las almas de los muertos en el asedio iban llegando hasta su linterna de donde no saldrían jamás.

-Bueno, supongo que no tengo motivos para negarme.

Orlon había comprobado que era imposible ganar, no eran enemigos que estuvieran dentro de su misma liga. La magia que usaban no era algo que un humano normal y corriente como él pudiera enfrentar, y si bien contaba con un arma tan formidable como el martillo del héroe, tampoco era capaz de desencadenar toda su fuerza. Mientras cientos de pensamientos pasaban por su cabeza al enfrentar la muerte, Vex ordenó a su sombra sujetar con fuerza la cabeza del hombre, mientras que le ordenaba estirarse. La yordle oscura tenía intenciones de arrancarle la cabeza por la fuerza.

A lo lejos, en el palacio Real, Poppy había bajado hasta la calle donde armada con el escudo de su abuelo y una pequeña espada daba muerte a todos los enemigos que se le cruzaban por delante. El entrenamiento con Orlon había dado sus frutos, pues su agilidad, velocidad y fuerza no tenían nada que ver con las de antes. Un grupo de doce espectros se acercó a ella desde todas direcciones, pero ella prácticamente ni se inmutó.

-Vamos engendros....os estoy esperando. -dijo en voz baja. Esperando al momento preciso, Poppy saltó detrás del grupo que venía desde el sur, desde la plaza para acto seguido ganarles la espalda y con una carga de escudo brutal acabar estampándolos a todos contra el muro más cercano.