Hacía mucho tiempo que no había conseguido conciliar el sueño tan bien como esa noche, volver a Bandle era evidente que tenía sus beneficios. Poppy era una yordle, y como tal estaba conectada con la magia y ésta a su vez estaba imbuida en todas las cosas que la rodeaban, desde las paredes, el techo, el aire mismo que entraba y salía de sus pulmones, tanto era así que pese a ser ya las 10 de la mañana, la joven guardiana seguía roncando a pierna suelta, con el cuerpo de lado y la cabeza casi hundida por completo en la almohada, solo pudiendo ver de ella lo suficiente como para apreciar un hilillo de baba que resbalaba lentamente por su mejilla.
Su abuelo por otro lado, un yordle de costumbres se había levantado mucho más temprano para preparar la forja y la tienda antes de abrirla al público, pero mirando al reloj a cada rato y viendo que su nieta no daba señales de vida pensó en subir a su cuarto para ver que pasaba. No era normal de hecho, el que Poppy tardase tanto tiempo en bajar.
-Cariño....¿estás despierta?, ¿no tienes hambre?, he preparado tu desayuno favorito para que empieces el día con energía, que hoy querías ver a tus amigos ¿o no?. -no obtuvo respuesta, al otro lado no se oía nada. Al principio Gregori pensó en volver a bajar y abrir ya la tienda, pero le preocupaba no saber nada de Poppy, así pues, el anciano tomó la manija de la puerta y tirando de ella hacia abajo con un chirrido ahogado, ésta se fue abriendo dejando ver detalles de la habitación hasta que por fin....ahí estaba.
-No puede ser....está frita.... -suspiró su abuelo con una mezcla de alivio e incredulidad, no obstante, después esbozó una sonrisa, pues ver a su pequeña dormir así de a gusto lo reconfortaba.
Con cuidado de no ser demasiado brusco, Gregori movió de lado a lado a Poppy con la esperanza de que ésta despertase. Poppy por su lado reaccionó moviéndose hacia el otro lado y tapándose la cara con la sábana, pues también el sol ya incidía directamente contra ella colándose por entre las cortinas de tela rosácea.
-Ohhhh venga Poppy....no seas perezosa, es hora de levantarse, ayer me dijiste que tenías muchas cosas que hacer.
-Ummmmm.....solo....un poco más.....umnumnumm....-farfullaba la yordle aun sumergida en el abrazo de Morfeo.
Gregori solo suspiró, se apartó de la cama y abrió las ventanas que daban a la calle para ver si entre el sol y el aire fresco de la mañana conseguía levantar a esa nieta suya tan perezosa, pero nada....no había remedio. Finalmente el yordle anciano no tuvo más remedio y la zarandeó con algo más de fuerza y hablando más alto al lado de las enormes orejas de su nieta.
-Poooopy....arriba, no te lo voy a repetir más veces señorita, ya has cumplido con las horas reglamentarias de sueño, va, a producir, haz algo útil por la raza yordle.
-Ughhh.....vale....vale....ya voy, ya....voy...¿qué hora es? -preguntó Poppy aun medio dormida a la par que frotaba sus ojos para deshacerse de esas legañas tan molestas que a uno le salen de par de mañana.
-Pues hija mía, ya son más de las diez, yo tengo que abrir ya la forja o se hará demasiado tarde y a ti se te va quedar frío el desayuno como no te des prisa y ahhh...que casi se me olvida, hoy el Ejército va a realizar unas maniobras al otro lado del bosque, por lo que si no te das prisa se irán durante varios días y no te dará tiempo de hablar con Teemo y Tristana.
-¡¡¡¿Qué!!!, ¿¡c-como que las diez!?, ¡¡si ayer me puse el despertador justamente para evitar dormirme!! -exclamó la joven dando un bote y bajando las escaleras a la carrera para entrar de forma atropellada en la cocina, donde se sentó en una de las sillas dispuestas al rededor de la mesa, tomó el plato con las tostadas y engulló como un gusano devorador de almas casi dos a la vez. Gregori algo más tranquilo bajó también a la primera planta y entró un momento a la cocina.
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Un Amor de Pequeñas Dimensiones
FanficPoppy es una Yordle muy curiosa que siente fascinación por el mundo exterior. Tras mucho tiempo pensando que hacer con su vida, acabó por decidir que su sitio no estaba en la Ciudad de Bandle, aun así recuerda con especial cariño a un amigo suyo de...