Al llegar la carta del Consejo, Rumble estaba de lo más emocionado, por fin, ese era el momento que tanto había estado esperando durante los últimos años, todo su trabajo y todo su esfuerzo lo llevarían a culminar en esa exposición.
De ese modo, el mecánico después de haber terminado de desayunar se dirigió una vez más a su cuarto para vestirse. De uno de los cajones del armario que tenía a un lado de la cama, el yordle sacó su uniforme de investigador de la academia, el cual consistía de una camiseta azul oscuro de manga larga, un chaleco de traje con el cuello ancho y una corbata roja, además de unos pantalones color gris claro y unos zapatos mocasines marrón caoba.
Una vez estaba listo, agarró del escritorio su bolso donde llevaba varios libros, una tableta con los datos de su investigación y un puntero laser para sus explicaciones a la hora de dar clase, pues si, Rumble había conseguido el permiso de Heimerdinguer para enseñar a los alumnos de primer año que entraban a la universidad, ¿Quién mejor que alguien joven para enseñar a las mentes jóvenes?.
El día era muy tranquilo con una temperatura primaveral, la brisa del mar pasaba entre los edificios y mecía con ello las ramas de los árboles plantados a los lados de las hermosas avenidas doradas. El camino hasta la universidad no era excesivamente largo, y si bien el mecánico podía utilizar medios de transporte más rápidos como el tren bala que lo dejaría en dos minutos en la puerta, él prefería caminar un poco todos los días, de ese modo quitaba la pereza del recién despertado y hacía un poco de ejercicio.
Rumble ya era alguien relativamente célebre en la ciudad, por lo que no era extraño que alguien lo reconociese y lo saludara por la calle.
Unos veinte minutos después de haber salido de su casa, el mecánico por fin llegó hasta las puertas del campus de la universidad. Era un lugar deslumbrante, con unos jardines gigantescos, por todas partes se podía ver a estudiantes tranquilamente tumbados en el césped disfrutando del sol, otros caminaban por ahí o en grupos discutían sobre trabajos y exámenes que tenían que hacer. A Rumble le encantaba el ambiente del lugar, era lo que siempre había soñado y gracias a sus amigos era que podía haberse atrevido a dar el paso. A lo mejor tendría que ir a visitarlos algún día para ver como estaban.
Mientras todos esos pensamientos cruzaban por su cabeza, una pareja de estudiantes se le acercó.
-Profesor Rumble, buenos días espero que no lo molestemos, ¿tiene prisa? -preguntó uno de ellos, un chico moreno el cual llevaba un cuaderno en sus manos.
-Oh, buenos días chicos, no tranquilos ¿Qué sucede?,¿os puedo ayudar con algo?- Respondió Rumble con una sonrisa, siempre le hacía ilusión que le pidieran ayuda o consejo.
-Verá, es que estamos trabajando en un proyecto importante de robótica y....como experto que es usted nos gustaría que revisara por encima los planos que hemos diseñado. -Respondió el otro joven, un chico rubio y alto de ojos azules.
Aun no se acostumbraba, ¿Cómo era que ahora lo trataban de usted?, era....algo raro, ya que en términos de relación yordle-humano podía tener la misma edad que esos chicos.
-Por supuesto, enseñadme que es lo que tenéis. -Entonces el chico moreno le entregó a Rumble el cuaderno con los diseños. Por lo visto se trataba del diseño de un dron de vigilancia, seguramente un proyecto qua la universidad había lanzado en colaboración con la policía y habían pedido a los estudiantes encargarse.
-Ummmm....ya veo, ya veo. Es un diseño simple, un cuerpo único con cuatro hélices que se adhieren al motor central, es eléctrico y por lo que puedo apreciar la batería es de carga rápida. Una cámara rotatoria de buena calidad con capacidad de aumento X48, ohhh...esa si que es una capacidad considerable de aumento y además, cuenta con una potente linterna, muy útil para patrullar también durante noches cerradas. Decidme, ¿Cuánto rango de autonomía tiene con respecto al control remoto?. -preguntó además Rumble.
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Un Amor de Pequeñas Dimensiones
FanfictionPoppy es una Yordle muy curiosa que siente fascinación por el mundo exterior. Tras mucho tiempo pensando que hacer con su vida, acabó por decidir que su sitio no estaba en la Ciudad de Bandle, aun así recuerda con especial cariño a un amigo suyo de...