Capítulo 16: Mente prodigiosa

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Desde la línea que separaba el basto horizonte del resto del mundo, el sol salía una vez más aquella mañana sobre la ciudad del progreso. Sus rayos dorados incidían directamente sobre los rascacielos y demás edificios, así como en las diversas estatuas que adornaban las calles de Piltover.

La ciudad del progreso, hogar de los mayores genios tecnológicos de Runaterra, así como refugio para mentes brillantes en historia, literatura y filosofía. En sus tiempos antiguos, la urbe había sido construida como un refugio para la gente que huía de las guerras en el continente de Valoran, como una ciudad portuaria dedicada a la pesca y un sector algo más pequeño focalizado en la extracción de minerales para una creciente industria de refinamiento y distribución. No fue hasta que uno de sus fundadores, un yordle conocido como Heimerdinguer descubriera el potencial de las mentes con las que convivía, que Piltover empezaría una carrera de ascenso astronómico hacia un futuro brillante.

Heimerdinguer era al principio un joven que deseaba desentrañar los misterios de la magia, pero tras unos cuantos años se dio cuenta de que había otra forma de acercarse a lo que el creía que era el medio para crecer y progresar, no solo los yordles, si no también el resto de las especies inteligentes del planeta, estamos hablando de la tecnología. Para conseguir su objetivo, el profesor como sería conocido más adelante fundó la Universidad para el progreso de Piltover, un templo del conocimiento para que todos los interesados acudieran a recibir sus lecciones, así como animarlos a investigar por su cuenta. Por otro lado, y como temeroso del mal uso de la magia que había experimentado hace tantos años, Heimerdinguer restringió el uso de la magia para acoplarlo a la tecnología.

Gracias a él, la ciudad superó todas las expectativas de crecimiento y en tan solo cien años, que para él como yordle no era nada, Piltover no solo se constituyó como una ciudad tecnológicamente avanzada, sino que también al haber refinado la extracción de minerales preciosos y al estar localizada en el paso entre Valoran y el continente de Shurima pasó a ser el nexo por donde pasaban todas las mercancías otorgándole unos enormes beneficios.

Poco a poco la Universidad del progreso se iba ampliando, y cada vez más estudiantes se apuntaban, haciendo crecer de forma exponencial el número de mentes brillantes al servicio de la ciudad y del resto del mundo. Uno de esos nuevos estudiantes resultó ser un yordle de pelaje azul oscuro, ojos color ámbar, orejas largas y puntiagudas y un pelo en forma de cresta que le confería una mayor altura, en efecto.... se trataba de Rumble.

Después de que Poppy se marchase de Bandle, un año después sin saber bien que hacer, un día Heimerdinguer se presentó en la aldea con una misión. La junta de la universidad de la que por supuesto el formaba parte le había pedido que regresara a su hogar temporalmente para reclutar yordles como estudiantes para el campus. Al principio el profesor se negó, alegando que la mayoría de sus compatriotas no compartían su gusto por la ciencia, la tecnología y el progreso, de hecho, los yordles eran los seres que más unidos estaban a la magia, por lo que sería bastante complicado sacarlos de esa casilla donde se sentían cómodos. No obstante, no perdía nada por intentarlo, de modo que partió.

Una vez en Bandle, el profesor fue recibido por el alcalde y por el resto del consejo y celebraron una fiesta en su honor. La celebración tuvo lugar bajo las ramas del árbol de la unidad, el árbol mágico que encerraba la esencia mágica de la especie y que además albergaba los portales que permitían a los yordles desplazarse de un lugar a otro por el mundo. A la fiesta acudieron muchos yordles, entre ellos Tristana, Teemo y Rumble.

-Buenas noches profesor, espero que esté disfrutando de la fiesta, en nombre de los Exploradores de Bandle le doy la bienvenida de vuelta a su hogar. -lo saludó Teemo haciendo el clásico saludo militar lo que hizo que el mayor soltara una pequeña risa.

Un Amor de Pequeñas DimensionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora