Very pretty for a man.

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𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 • 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔.

Iba en camino hacia a mi salón mientras sostenía mi mochila en mi espalda y mis lentes se caían de vez en cuando.

Estaba emocionado y feliz, pues vería una vez más a la hermosa Melanie unos puestos más adelantes del mío.

Al llegar, el profesor me dió la bienvenida, yo saludé emocionado a Melanie con amabilidad, ella me regresó el saludo después de besarse con su novio, Jackson. Después de ver semejante escenarios ante mis ojos, decidí irme de allí a mi puesto que quedaba en lo último del salón.

Sentía que las lágrimas bajaban de mis ojos rodando por mis mejillas, no podía borrarme esa escena de la cabeza por más que lo intentara. Cosa lamentablemente de estar enamorada de una chica que ya lamentablemente tiene novio.

Aunque no creo que eso dure mucho.

La clase de artes iba normal, yo sólo veía a Melanie con Jackson agarrados de las manos, dándose piquitos mientras el profesor no veía a la clase y se daban esas miradas de querer comerse en ese mismo instante. Me daba un poco de asco al ver como Jackson se mordía su labio mientras miraba de forma pervertida a Melanie.

Mientras transcurría la clase, esos momento incómodos entre Melanie y Jackson me torturaban. Cuando por fin habíamos salido de clase tocaba hora del receso, así fui rápidamente detrás de Melanie mientras Jackson se iba con sus estúpidos amigos.

-- Hola Mel -- dije haciendo que se asustara. Olía a ese perfume de rosas como siempre lo hacía, sus ojos que cuando me miraban notaba ese brillo en ellos, su sonrisa y sus labios que deseo tanto comer, cada cosa de rostro sólo era perfección.

-- Oh, hola Cinco, ¿cómo estás? -- me saludó amablemente.

Ella como siempre tan encantadora.

-- Bien, oye, me preguntaba si querías ir hacer conmigo y Jackson el trabajo en mi casa, ¿que te parece? -- sonreí.

-- ¿Trabajo? ¿Qué trabajo?

-- El trabajo de ciencias, el profesor dijo que yo hacía equipo contigo y con Jackson.

-- Oh, ¿lo dijo cuando yo no vine? -- asentí -- Bueno en ese caso, claro, iré... ¿Puedes hoy? -- preguntó mientras sacaba dinero de su bolso.

-- Sí, díselo a Jackson que hoy los esperaré en mi casa para hace el trabajo de ciencias que el profesor pidió -- sonreí aún más al ver que ella me sonreía naturalmente.

Al llegar a la cafetería entramos, y el olor a sándwich, pizza y gelatina hizo que casi vomitara del asco, sin embargo me aguanté para no ser el ridículo frente a Melanie y media cafetería. Mi estómago vacío sonaba, hasta yo los podía escuchar, me alejé de Melanie diciéndole que tenía que ir al baño, cuando en realidad sólo iba a desayunar ahí, como siempre lo hacía.

No me gustaba que los demás me vieran comer o que me miraran hacerlo, pienso que según ellos dirían “eres raro por comer tales cosas, Cinco”. Estoy seguro que eso pasaría de nuevo, así que prefiero guardarme comentarios innecesario.

Al fin y al cabo, sólo estoy comiendo mi comida favorita, ¿que tiene de malo?

{...}

Estaba esperando con ansias a Melanie y a Jackson mientras estaba sentando en el sofá de la casa de mis padres. Ellos tenían que hacer otras cosas más ocupadas.

Ordenaba cada cosa con perfección, una jarra de jugo en la mesa y los libros que según ellos vamos a utilizar para estudiar. Logré oír el timbre por toda la casa, con una gran sonrisa abrí la puerta y me pude encontrar con Melanie sonriente y Jackson la abrazaba de la cintura con una sonrisa de igual forma.

-- Pasen -- me hice a un lado. La sala era como un museo para ellos ya que miraban todo con atención y sorprendidos -- ¿Quieren jugo? -- los dos asintieron mientras se sentaban en el sofá y sacaban sus cuadernos de sus bolsos.

Nadie sospechaba.

Le di un poco de jugo a los dos, rápidamente pude notar como Jackson se iba durmiendo y un poco después Melanie estaba igual de dormida que él. Con mis fuerzas llevé a Jackson como costal de papas al sótano, lo senté en la silla, mientras que también lo hacía con Melanie en otra, esta vez con delicadeza.

Mientras más abrían sus ojos, más en pánico y confusión entraban mirando a su alrededor, ambos me miraban aterrados como si de un fantasma se tratase, gritaban de pánico al ver los cadáveres de mis padres a un lado de ellos sin algunas extremidades de sus cuerpos.

Tomé el bate de béisbol con el que jugaba de pequeño, esta herramienta siempre me ayudaba en poder hacer que mis víctimas se duerman para siempre con cada golpe que daba. Me acerqué a Jackson con una sonrisa maliciosa, como esperaba tanto por verlo gritar y decir sus estúpidas palabras “no me hagas nada, por favor”. Sin paciencia simplemente le pagué en la cabeza con el bate de béisbol, le había fijado una gran marca en la frente y la sangre salía de su nuca. Segundo golpe, esta ya tenía la cabeza en el espaldar de la silla con los ojos abierto, su pecho no subía ni bajaba, él había muerto.

Con sangre en mis manos empecé a sacarle los ojos y morder las venas de sus brazos, tenía demasiada hambre. Melanie veía la escena con mucho miedo y terror, palabras no salían de su boca, sólo gritaba mientras trataba de cerrar sus ojos, pero la sangre de su novio caía en su cara.

Me dejé a Jackson muerto a un lado, me limpié la boca con mis brazos llenos de sangre e igual que manos, agarré el bate y miré fijamente a Melanie mientras ella suplicaba que no le haría nada. Sus lágrimas, sus rojos e hinchados, y los llantos me hicieron perder la cordura queriendo pegarle con el bate de béisbol.

-- Eres muy linda como para estar con un hombre, Melanie -- olvidé todo lo que sentía en ese instante por ella, no me importaba, tenía hambre.

Por fin probaría esos labios que tanto deseé comer.

𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora