On the seashore.

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Aidan Gallagher • One Shot.

Caminaba tranquilamente por la playa dirigiéndome a casa luego de un día atareado. Los inversionistas no quisieron aceptar mi producto y eso era algo mucho más estresante.

Todo era mucho más estresante desde que él se fue.

Veía el horizonte oscuro acompañado por el agua que brillaba gracias a la luz de la luna. Eran casi las once de la noche y lo mejor que podía hacer era simplemente ver y seguir caminando, sintiendo la arena entre mis dedos y preguntándome cosas que no tendrían respuestas.

Mamá se había preocupado por la junta que tendría y me llamaba cada hora. Eso también era algo mucho más estresante por más que agradecía su atención. Nunca dejé de sentir ese dolor de cabeza como una jaqueca que no tenía alguna solución. Era fuerte y eso me estresaba más.

Para tratar de relajarme, hice lo que pude mientras caminaba a paso lento escuchando el sonido de las olas y el silencio de la playa que estaba completamente sola. Era paz pura.

Claro, era una paz hasta que comencé a escuchar llantos de un hombre en las orillas de la playa muy cerca de donde yo estaba. Y entre tanto buscar, lo pude ver a él.

Bueno, un chico bajo lloraba sin cesar.

Me acerqué a él en un intento de no querer verme como una intrusa o ladrona queriendo robarle algo. No sé por qué pero sentía esa necesidad de que él necesitaba ser escuchado.

Y aunque me sentara a su lado guardando distancia, él siguió sollozando sin importarle mi presencia.

Sus llantos se escuchaban dolorosos. No sabía lo que le pasaba, pero estaba segura que lo que sea que le hubiese ocurrido fue algo muy malo.

Decidí hablar no tomar un silencio incómodo entre yo y mi mente mientras él no paraba de llorar. La cuestión era qué tipo de pregunta le podía hacer para no verme tan chismosa y lo malinterprete.

— Eh...— traté de pensar en un susurro—. Hola.

Claro, saludar, con un saludo se empieza todo.

El chico bajó el sonido del llanto para luego secarse las lágrimas y voltearme a ver. Sus ojos verdes estaban llenos de cansancio y su rostro igual.

Él en verdad no estaba bien.

Por más que esperara por su respuesta, realmente nunca me la dió. Miraba al horizonte sin decir algo más, sin ni siquiera responder mi saludo.

— Yo... Escuché tus llantos lejos y quise saber qué sucedía porque me preocupé, pero te vi a ti— traté de explicar de la forma más inocente que podía—. ¿Está todo bien?

No sabía ni el por qué me sentía preocupada por él. Era como si necesitaba asegurarme que todo estuviera bien con él, por más que no lo conociera y ni lo haya visto en mi vida.

Ante mi pregunta, sólo recibí más llantos silenciosos.

— ¿Viste algo que te causó preocupación? ¿Necesitas ayuda?— volví a preguntar, tratando de empatizar.

Él abrió sus labios completamente rojos, para luego mirarme y decir:

— Sé que no nos conocemos pero ¿podría desahogarme contigo?— su voz estaba rota entre tantas palabras—. Tal vez no nos volvamos a ver pero... esto es doloroso y no creo que guardarmelo sea bueno.

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⏰ Última actualización: Aug 10, 2023 ⏰

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