Después de algunos días, las cosas en la ciudad se habían calmado, todos parecían estar más tranquilos, unos más felices que otros, ya que los resultados de la fiesta no fueron para todos positivos.Quien no estaba para nada satisfecho era el padre de la familia Shiba con respecto al pretendiente para su hija, según sus propias palabras, solo había idiotas que querían aprovecharse del apellido de la chica y él no permitiría eso.
Debía comprometerse con alguien que tuviera grandes oportunidades que ofrecerle, no al revés, por lo que con pesadumbre debió aceptar la derrota, ya que el problema no fue de Yuzuha, la que se había lucido esa noche, sino de los invitados de poca categoría que habían llegado al evento.
Faltaba poco para volver a clases, también para el fin de semana, pero Hakkai tenía la cabeza en otro mundo, es que todavía no se bajaba de la nube a la que se subió la noche después del baile, no dejaba de pensar en eso, cada vez que tenía oportunidad, cada vez que se encontraba solo, repetía el momento en su cabeza.
Era tanto que ya estaba distorsionándolo al punto de no saber cómo realmente había pasado, pero de algo estaba seguro, y era de que sí, lo había besado. Además, no era solo eso, también había sido correspondido en el momento en que dudo sobre la reacción del otro.
Pero, no todo podía ser perfecto, y es que de solo pensar en cómo miraría a su amigo a los ojos le comía la cabeza ¿Qué se supone que tenía que hacer?, ¿presentarse en la tienda cómo si nada hubiera pasado?
No le quedaba de otra, tampoco podía ir y confesarse, si ni él sabía lo que pasaba por su cabeza, es que, no era nada o al menos trataba de autoconvencerse de que así era, no quería meterse en problemas por lo que había pasado.
Para su buena o mala suerte, esa tarde tenía que acompañar a su hermana hasta la sastrería, la siguiente semana volvía al internado y necesitaba reparar algunos detalles en su uniforme, después del gran trabajo del vestido, la institutriz decidió confiarle ese trabajo al sastre en vez de hacerlo ella.
Tenían una cita programada y debido a que la mujer tenía cosas por hacer se decidió que fueran ambos, Hakkai no sabía si le emocionaba o intimidaba la idea de volver a ver a Mitsuya, pero no perdería la oportunidad de volver a verle.
Cuando llegó la hora, ambos subieron al coche que los llevaría hasta la tienda, una vez ahí entraron saludando al dueño quien estaba en el mostrador, al parecer no había nadie más, ni clientes ni más trabajadores.
—Si buscas a Takashi está en el taller trabajando— Dijo Leonard después de saludarles, viendo como el chico observaba todo el sitio.
No dijo nada al respecto, sólo alzó una ceja haciéndose el desentendido, ya que, claramente estaba buscándole. El sastre hizo pasar a Yuzuha al probador para ver los detalles del uniforme que debía arreglar, mientras ellos estaban en eso, Hakkai se sentó en un pequeño sofá que había en la tienda.
Siguió observando el sitio hasta que, entre medio de la cortina que separaba el taller de la sala de ventas, pudo ver a Takashi sentado en su mesa de trabajo, no era mucho lo que se veía, pero definitivamente era él.
Decir que se puso nervioso era poco, su corazón se aceleró en el momento en que lo identificó y una punzada en su estómago le golpeo de la nada ¿Qué debía hacer?, no quería quedarse quieto, pero no podía levantarse e ir donde él.
No sabía si realmente ese era su día de suerte, porque mientras le observaba desde el sofá, el chico levantó la vista encontrándose con él, supuso que se había dado cuenta de que alguien le estaba mirando, otra explicación no encontraba.
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Entre Telas & Coronas [MitsuyaxHakkai]
ФанфикTras la guerra, un pequeño decide convertirse en sastre, con mucho esfuerzo cumple todas las metas que se propone, hasta que llega un chico con un encargo particular. ¿Dejará sus principios de lado para ayudarle? La presión de una familia estricta l...