Capítulo 12

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¡Hola!, hoy escribo antes porque quiero comentarles dos cosas.

La primera, inicialmente tenía planeado escribir 12 capítulos y definitivamente este no es el último jaja 🤡 aún queda un poco, pero espero que no se siga alargando tanto. 🤣

La segunda, una pequeña advertencia a lo que se viene, si bien no hay nada explícito, ¡no quiero incomodar a nadie! así que, precaución 👀

Gracias por continuar hasta aquí y espero que les guste ♡




La semana pasó rápido, sobre todo con el aumento de trabajo que tenía el sastre, quien ya se había acostumbrado a quedarse cada día después del cierre para seguir con sus tareas, eso sumado a que venía alguien a ayudarlo también. 

Lamentablemente su ayudante nocturno no trabajaba gratis y la paga estaba lejos de tratarse de dinero, aunque la verdad agradecía que le esperara con tanta paciencia, ya que se tornaba muy serio cuando realizaba sus labores y el chico no le molestaba hasta que el mismo anunciaba el fin de la faena. 

A pesar de que se encontrara ocupado, ambos hablaban mientras estaban en el taller, Hakkai era realmente bueno siguiendo órdenes, por lo que no resultaba ser una molestia, de verdad que era un apoyo. 

En ocasiones se quedaba observándole mientras doblaba las telas o guardaba los materiales, no podía explicarlo, pero aun estando dentro de ese lúgubre lugar, iluminado por unas pequeñas luces y a veces solo con velas, resplandecía por sí mismo, era imposible no prestarle atención, todo a su alrededor parecía desaparecer y era esa sensación la que lo había atraído desde el comienzo.

A veces le atrapaba mirando, a lo que el chico sólo sonreía y seguía en lo suyo, entre medio de la penumbra, entre las telas tiradas, hilos colgando, prendas sin acabar y las pelusas que volaban de un lado a otro, Hakkai destacaba como si de la realeza se tratara, era ahí cuando se daba cuenta que venían de mundos completamente distintos. 

Se preguntaba si el chico alguna vez había tenido que remendar su ropa, si sus pantalones se rompían por darle tanto uso, aguantar el hambre para que sus hermanos comieran más, estaba seguro que jamás tuvo que pasar por eso. 

Y no le envidiaba, tampoco le deseaba que pasara por esas situaciones, porque sabía que él ya las había superado y que sus hermanas no tendrían que volver a vivir eso nunca más, nadie debería de hacerlo, pero existía mucha desigualdad, aún más después de la guerra, donde recién las cosas se tranquilizaban.

Se sorprendía al pensar que, a pesar de todas estas diferencias, de la crianza y las clases sociales, el chico se había fijado de esa forma en él, porque si bien podía pensar que estaba encaprichado, una parte de él sabía que no era así, y que el cariño que le demostraba era real.

Hakkai solía ser más comunicativo con sus sentimientos, más abierto también, cada vez que se le daba la oportunidad se le acercaba con la intención de besarle o abrazarle, a lo que él se dejaba. 

Últimamente el menor solía intensificar sus besos y caricias, sabía dónde quería llegar, pero debía tomar el papel de la persona madura dentro de la relación y no, no iba a dejarse llevar por sus insinuaciones, en primer lugar, porque estaban en un sitio que él respetaba muchísimo, y segundo, algo le decía que él se llevaría la peor parte de eso.

Al menos así le demostraba cada vez que se acercaba con esas intenciones, ejerciendo presión sobre su cuerpo, intentando conseguir el dominio de la situación y logrando que se dejara arrastrar por el calor del momento. 

Pero no, no iba a caer, él también era un hombre después de todo, no quería que lo tratara como una mujer, aunque Hakkai ni siquiera sabía cómo debía de tratarlas, ¡aun así!, era algo que su orgullo no dejaba pasar.

Entre Telas & Coronas [MitsuyaxHakkai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora