Como cualquier domingo típico en casa de los Shiba, a primera hora estaban en la iglesia esperando la misa, esta sería la última en algún tiempo donde se encontrarían todos los miembros sentados en el mismo banco de madera.Y la verdad a ninguno parecía interesarle, los dos hijos menores esperaban que acabara para ir pronto a casa y comenzar a preparar las cosas para el día siguiente, aunque eran las chicas del servicio doméstico quienes lo hacían, a Yuzuha le gustaba revisar de todas maneras por si faltaba algo.
Una vez que llegaron, todos tomaron rumbos distintos a sus respectivas habitaciones, ya no se verían hasta la hora de comer.
Fue en medio de la tarde que su hermana irrumpió en su habitación, se sentó junto a él en la cama y le dio un sobre que traía en sus manos, lo miró un momento antes de recibirlo, primero pensó que era para él, pero se sorprendió al ver que estaba equivocado.
—¿Puedes dársela a Mitsuya cuando lo vuelvas a ver?
—¿Una carta para Taka-chan?
—Sólo quiero agradecerle por preocuparse y cuidar de ti—. Contestó sin preocuparse demasiado.
—No es necesario que hagas eso—. Dijo algo apenado él.
La duda comenzó a llenarlo, ¿qué diría la carta?, su hermana se la había dado cerrada, por lo que no podía ver su interior, con ella presente levantó el sobre y lo puso hacia la luz para ver que había dentro.
—No la abras Hakkai, si quieres saber que dice puedes preguntarle a él, pero no la abras antes, si él te quiere contar está bien.
¿Qué significaba eso?, eso solo aumentaba su curiosidad, pero respetaría la decisión de su hermana, guardando la carta en uno de sus cajones para así dárselo antes de marchar él también.
Al menos eso le daba una excusa para volver a verlo antes de ir a su campamento, tal vez se pasaría un día de la semana después de salir de su escuela, ¿debería escribirle una él también?, quizás era muy pronto para eso aún.
Cuando anocheció la chica estaba lista para partir al día siguiente, decidió pasar la noche junto a su hermano menor, sabía que no se verían en meses desde ahora, era consciente que lo mimaba demasiado, pero no podía evitarlo, quería que viviera una vida tranquila y esperaba que algún día pudiera escoger como vivirla.
Después de una larga conversación sobre todo lo que había pasado durante esas vacaciones, el sueño los venció y se durmieron, todo sería muy diferente desde ahora.
La semana comenzó bien, algo aburrida, se sentía aún más solo sin la presencia de su hermana en casa, no sabía si le molestaba o reconfortaba irse de ahí también durante unos meses.
Partía ese viernes, por lo que se propuso ir el jueves después de clases a la sastrería para entregar la carta de su hermana, quería estar con él una última vez antes de su viaje.
Por eso cuando lo vio a través de la vitrina, apoyado en el mesón donde atendía, su corazón saltó de felicidad, abrió la puerta y la campanilla avisó su llegada, Mitsuya miró de quien se trataba y al verlo sonrió.
No lo esperaba, pero era agradable verlo, venía con el uniforme de la escuela, eso le hizo un poco de gracia, lo saludó y preguntó a que se debía la visita, se encontraba atendiendo solo, por lo que podían hablar con tranquilidad.
—Mañana me iré, quería despedirme y verte una última vez.
—Lo mismo dijiste el sábado pasado—. Respondió Mitsuya recordando la despedida de hace algunos días.
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Entre Telas & Coronas [MitsuyaxHakkai]
FanficTras la guerra, un pequeño decide convertirse en sastre, con mucho esfuerzo cumple todas las metas que se propone, hasta que llega un chico con un encargo particular. ¿Dejará sus principios de lado para ayudarle? La presión de una familia estricta l...