Capítulo 11

107 16 0
                                    


A pesar de que el verano estaba muy cerca, las noches aún eran algo frescas, por lo que el calor que sintió detrás de él se sintió muy agradable.

Algo lo envolvía y podía oír una suave respiración en su espalda, no sabía si estaba dormido o despierto, aunque era una grata sensación.

Si no fuera porque giró y se encontró con el pecho de otra persona, pensaría que estaba en un sueño donde Hakkai aún seguía en su cama, pero no, no era un sueño, y realmente el chico estaba en su cama.

Somnoliento, casi sonámbulo, acarició el rostro del muchacho, tenía una pequeña cicatriz en el lado izquierdo de su labio, con su pulgar la trazó mientras no dejaba de mirarle, su respiración era profunda.

¿Qué hacía ahí?, ¿qué hora era?, miró por la ventana y estaba todavía oscuro, no tenía ganas de levantarse para mirar su reloj, tampoco quería salir de la cama, estaba cómodo, lo suficiente como para querer quedarse un poco más ahí.

Cerró los ojos con claras intenciones de seguir durmiendo, se acomodó en el pecho del menor, quien al sentirle se acurrucó abrazándole y acercándolo más a él, haciéndole un suave cariño en la espalda a pesar de seguir totalmente dormido.

Era una linda y romántica escena, si no fuera porque Hakkai no debería de estar ahí, ni menos a esa hora. Mitsuya abrió los ojos y se sentó rápidamente en la cama, despertando al otro de golpe, provocándole un susto que casi le mata.

—¿Pasa algo Taka-chan?, ¿está todo bien? —. Preguntó realmente preocupado Hakkai, su corazón latía con fuerza por la reciente sorpresa.

—No lo ves Hakkai, ¡te dormiste!, debes irte ahora, ¿qué hora es? —. Mitsuya le empujaba para sacarlo de la cama, pero el chico aun no sabía ni donde estaba parado.

—Mierda—. Exclamó mientras se levantaba de un salto.

Cogió el reloj que estaba sobre la mesa de noche, marcaba las tres de la madrugada, aún no era tan tarde cómo para ser descubierto.

Estiró su traje, buscó sus zapatos y se los puso, la chaqueta y sus cosas de valor, estaba listo para salir corriendo hasta su casa, pero antes de irse por la puerta, volvió hasta la cama donde Takashi le miraba atento.

—Estaré esperando tu respuesta—. Le dijo para luego besarlo con rapidez antes de salir de la habitación.

Mitsuya sin terminar de procesar todo lo que había pasado, sólo puso su mano en la frente pensando en que sí que se había metido en un problema, pero esperaba que Hakkai llegara bien a casa y que no tuviera consecuencias el descuido que acababa de cometer.

*

La semana en la sastrería fue muy ajetreada, después del artículo en el periódico local, los clientes llegaban preguntando por "la promesa de la sastrería de la época", o al menos eso decía el título de la noticia del momento.

A Mitsuya no le alcanzaba el tiempo para nada más que no fuera confeccionar todo tipo de ropa, desde casual hasta formal, ocupándose todo el día de ello, tanta fue la popularidad que su jefe decidió poner a dos costureras para apoyar sus proyectos.

Había pasado de ser el asistente a tener su pequeño equipo de trabajo, que seguían sus instrucciones y preguntaban si estaba conforme con los resultados, era como un sueño haber avanzado tanto hasta llegar a ese punto.

Aun así, todavía no estaba conforme, él quería más que eso, quería lograr encontrar su propio lugar, si bien, agradecía el soporte que le brindaba su jefe, dándole la libertad y la ayuda para realizar su trabajo con todas las herramientas necesarias, también aspiraba a mucho más.

Entre Telas & Coronas [MitsuyaxHakkai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora