El campeonato mundial con sede en Seúl fue el evento más esperado por parte de todos los seguidores del patinaje artístico. Los comentarios llenos de emoción hacían eco en cada rincón del planeta, los mismos que no eran nada más que el producto de la alta expectativa generada por las novedades que en los últimos días se fueron presentando y que aún, para algunos, les eran difíciles de creer.
El público, ansioso por ser testigo de la magia sobre hielo, llenó completamente el estadio de la ciudad en cada una de las categorías y se dejó llevar por las sensaciones de júbilo despertadas ante la maravilla de los programas que los patinadores iban presentando. Las categorías individuales, tanto la masculina como la femenina, fueron verdaderos espectáculos que inundaron de emociones a cada espectador y recibieron los vítores de sus respectivas delegaciones, pero cuando estas se cerraron, todos los ojos pasaron a enfocarse en aquella que se catalogaba como la más elegante y a la vez la más difícil de la disciplina.
El patinaje de parejas.
Las presentaciones del programa corto se llevaron a cabo hace dos días, donde fue evidente el nivel y la calidad de cada ejecución de los patinadores en sincronía. Ahora, con la excitación aflorando en el aire, se esperaba el comienzo del programa libre, el mismo que daba para ser uno de los más emblemáticos del año y el más memorable.
Luego de unos pocos minutos, y siguiendo el protocolo habitual, se hizo la presentación de los jueces, el método de calificación y se procedió a dar paso al primer grupo de cuatro parejas que saludó al público antes de continuar con un corto calentamiento. Los comentaristas deportivos, expertos en todo lo referente al patinaje artístico, dieron a conocer sus impresiones acerca de qué era lo que se esperaba en aquella jornada, así como de los aspectos destacables una vez iniciaron las presentaciones bajo la mirada ilusionada de todos los presentes.
—Y bueno, mi querida Kaori. ¿Qué me puedes decir de los patinadores de los tres grupos que ya pasaron sobre el hielo?
—Han mostrado una mejora considerable respecto al programa corto y han logrado mover la tabla de posiciones de una forma muy interesante con la variedad de sus interpretaciones. Ha sido un deleite maravilloso para la vista presenciar cómo se ha ido elevando el nivel de destreza, pero, como es de conocimiento general, el más alto se concentra en el último grupo, por lo que las expectativas puestas sobre los patinadores del mismo son mucho mayores.
—No puedo estar más de acuerdo contigo —observó por un momento los últimos instantes del calentamiento de los deportistas—. Ya estamos por continuar con las presentaciones, pero antes de eso, ¿qué opinas sobre la coincidencia de dos grandes patinadores?
—Esa es una gran pregunta, Harry. En lo personal, parece como algo que ocurre cada cien años, algo que resulta muy difícil de contemplar e incluso imposible dependiendo de las circunstancias. Son casos excepcionales, de eso no hay duda, pero cuando se presentan prometen grandes cosas.
—Así es, y eso es precisamente lo que caracteriza a la pareja que va a abrir el último grupo y que constituye una de las más grandes sorpresas de este campeonato. Dos estrellas que, tras haber brillado en lo individual, decidieron unirse para hacerlo juntos. Ya nos deleitaron con el Lago de los Cisnes en el programa corto; ahora nos espera un espectáculo inolvidable al ritmo de una de las melodías más representativas de la cultura japonesa. Memorias de una Geisha.
—Su entrenador, el famoso Bruno Marcotte, les ha dado ya las últimas indicaciones, así que no hay nada más que decir y veamos lo que nos tienen preparado Levi Ackerman y Mikasa Ackerman, representando a Japón.
Los aludidos, tomados de la mano y vistiendo trajes a juego, se deslizaron sobre el hielo al tiempo que saludaban a los espectadores que los recibían con mucho entusiasmo. Lentamente se acercaron al centro de la pista hasta ubicarse en sus respectivas posiciones y, de espaldas al otro y con los ojos cerrados, tomaron una profunda respiración mientras todo a su alrededor se quedaba en silencio.
La suave melodía se abrió paso en un dulce eco y entonces comenzaron.
Con una soltura y confianza inquebrantables, desarrollaron una serie de movimientos sincronizados que fueron seguidos por un levantamiento asistido en el cual la azabache dio tres giros en el aire para luego aterrizar limpiamente sobre el hielo. Continuaron con una secuencia de ángeles, deslizándose en armonía y realizaron saltos combinado sin desfase: triple Toe Loop, doble Loop y doble Salchow en el primero, y triple Axel, doble Lutz y doble Loop en el segundo, con una secuencia elegante de pasos en la interfase de ambos. Posteriormente se llevaron a cabo dos levantamientos giratorios (un lazo lift y un starlip), movimientos individuales rotatorios y volvieron a unirse para ejecutar la famosa espiral de la muerte. La melodía poco a poco adquirió un tinte lento que anunciaba el final, por lo que volvieron al centro de la pista en medio de una danza mágica para terminar con Levi arrodillado y sosteniendo a Mikasa entre sus brazos, sin dejar de mirarse y sonreírse.
Un lapso efímero se extendió en el estadio antes de que el público entero se levantara a ovacionarlos, completamente conmovidos por el nivel de expresividad y sincronía, pero, sobre todo, por su conexión, esa complicidad evidenciada en las miradas que se dedicaban y en los delicados movimientos que hicieron de ese un espectáculo extraordinario.
Ambos azabaches, felices por haber cumplido con su rutina con el mínimo de errores, se levantaron y se despidieron de los espectadores con una reverencia y se dirigieron a la salida de la pista, donde su entrenador los recibió con los brazos abiertos, felicitándolos con mucho orgullo por tan hermosa presentación.
Caminaron entonces hacia la zona de espera para aguardar por el puntaje. Los tres saludaron a la cámara que se encontraba al frente suyo, pero ello no evitó que Mikasa empezara a sentir nervios, ansiosa por saber si lo que hicieron fue suficiente para convencer a los jueces.
—Tranquila —Levi, a su lado izquierdo, tomó su mano y besó su dorso—. Lo hicimos bien. No te preocupes.
—Sí. Estoy seguro de que su rutina obtendrá una buena calificación —agregó Bruno a su lado derecho.
Aquellas palabras reconfortantes ayudaron en algo a que encontrara sosiego, por lo que suspiró y esperó pacientemente a que los resultados aparecieran en la pantalla gigante que colgaba del techo. Aquellos segundos de incertidumbre se antojaron eternos, pero cuando finalmente observó los números proyectándose, se llevó las manos a la boca sin poder creerlo y luego abrazó a Levi, quien también se encontraba igual de contento con aquel 145,75 que les permitió alcanzar su objetivo, el cual era formar parte del top 5.
—¿Ves? Lo logramos —le susurró al oído para después separarse y mirarla—. Nuestro trabajo rindió frutos.
La ojigris asintió, sin dejar de sonreír por la emoción, y siendo la misma la que, de un instante a otro, la motivó a romper la distancia que los separaba para besarlo, sin importarle estar bajo la mirada de todo el mundo.
El público, que de por sí ya estaba festejando el puntaje que obtuvieron, chilló aún más fuerte al ser testigo de ese gesto que los enloqueció a más no poder. Las exclamaciones no cesaron por un buen tiempo, pero los azabaches no repararon mucho en ellas.
Solo pensaban en que ese era apenas el inicio de su nueva carrera juntos.
FIN
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Un agradecimiento a todas esas personitas que se dieron el tiempo de leer, votar y comentar esta hermosa historia que tanto me ha encantado escribir.
Si tienen alguna pregunta sobre el fic, sean bienvenidos de hacerla.
Ya estoy con otros proyectos en mente, así que espero que me acompañen en una próxima entrega (que será muy pronto).
Besos y abrazos para todos. Sayonara!! ❤❤
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MANTO ESTELAR (RIVAMIKA)
Fanfiction"Salió a la pista y todos los reflectores se posaron en su figura. La melodía hizo eco en todas partes, pero no prestó más atención que a su rutina que parecía un baile junto a las estrellas". Él, un atleta prodigio que decidió dejar todo atrás para...