La muñeca diabolica

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Esta historia comienza un día cualquiera en el que yo me encontraba paseando por la ciudad con mi pequeña hija Raquel, la cual solo tenía 5 años de edad.
Al pasar por una pequeña tienda de antigüedades ella vio una muñeca de porcelana, que era de su tamaño o incluso un poco más grande. Ella me pidió casi a gritos que se la comprase pero yo no accedí ya que había algo en esa muñeca que me parecía bastante malo. Durante casi 2 semanas ella me insistió, lloro y suplico como nunca lo había hecho por ningún otro juguete, lo cual me pareció bastante extraño, pero al final decidí comprarle la muñeca.
Al entrar a la tienda me di cuenta de que la muñeca ya no estaba así que decidí preguntarle a la dueña si todavía la conservaba o la había vendido. Ella me dijo que todavía la tenía pero que no me recomendaba comprarla ya que esa muñeca estaba maldita o algo así, no le preste mucha atención ya que se notaba que la señora ya era de una edad muy avanzada y perecía un poco mal de la cabeza.
Al llegar a casa le entregue la muñeca a mi hija,(cosa de la que jamás dejaré de arrepentirme) ella me lo agradeció muchísimo y notaba en su cara una alegría inmensa.
Ella jugó con la muñeca aproximadamente 3 semanas hasta que por accidente le rompió por completo el brazo izquierdo, por lo que decidió echarla al basurero. Durante los siguientes 3 días todo volvió a ser normal en nuestras vidas, como mi esposa se encontraba de viaje mi hija y yo estábamos solos en la casa. A eso de las 9 pm yo le dije que ya era hora de ir a dormir así que la arrope y me fui a mi habitación a leer un libro.
- Paaaaaapiii - Gritó mi hija, por lo que yo fui corriendo a su dormitorio para ver que ocurría
- Escuche una voz, la voz de la muñeca - me dijo
- Y que te dijo - pregunté
- Me dijo que vendría por mí, no la dejes papi porfavor.
- Tranquila fue solo una pesadilla, duérmete ya
- Está bien.
Yo salí de su habitación y la deje durmiendo.
- Ya estoy saliendo del basurero y voy por ti
- Paaaaaaaaaapiiiiiiii - volvió a gritar, esta vez decidí ignorarla pues ya tenía mucho sueño.
- Ya entré a tu casa y voy por ti
- Paaaaaapiiiiii,Paaaaaapiii
- Ya estoy subiendo las gradas y voy por ti
- Paaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaapiiiiiiiiiiiii por favor
- Subo 10, subo 9, subo 8...
- Papá¡¡¡¡¡
- Subo 7, subo 6, subo 5, subo 4...
- Papi por favor ven ya está viniendo por mi
- Subo 3, subo 2, subo 1 y ya voy por ti.
Por fin se calló y pude dormir. A la mañana siguiente fui a despertar a Raquel como todas las mañanas antes de llevarla al colegio pero al abrir la puerta de su cuarto vi la imagen mas aterradora que un padre puede ver. Vi a Raquel en su cama, pálida, fría, muerta y sin el brazo izquierdo. Al lado de la ventana vi a la maldita muñeca con el brazo de mi hija remplazando al suyo.

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