Creepypastas

Al corazón

Yo no sé cómo pasó, todo fue tan rápido, no sé porque lo dejamos solo. Salimos a recoger a nuestros familiares del aeropuerto como cada 15 de agosto, era el cumpleaños de nuestro abuelo que había fallecido hace dos años de forma natural. En el momento que llegamos notamos un ambiente oscuro, en ese instante nos preocupamos, algo andaba mal; lo llamábamos y no respondía, no se escuchaba nada; mi Madre lo buscó en su habitación y lo que vio la dejo muda, él estaba colgado.

La policía llegó y había vecinos alrededor; nosotros estábamos en silencio, nadie decía nada; mi padre salió a fumar, mi madre se quedó mirando una foto de cuando mi hermano era bebe; mientras que yo, subí a su cuarto. Se encontraba intacto, se encontraba mirando la ventana... como si observara la calle, en ese veo que uno de sus cajones está abierto y decido ver, hay un pedazo de papel con algo escrito. Bajo a la estancia y ellos no notan mi presencia; al momento que menciono el pedazo todos ponen su mirada sobre mí, mi madre me pide que lo lea en voz alta, todos ponen atención:

“Veré oscuridad cuando termine con esto, la misma oscuridad que me llevó a esto, la que me torturo hasta el punto de terminar todo hasta aquí. Maldigo el día, ese que creí el mejor, mi primer día de escuela. Pensé que sería genial, hacer amigos, tener buenas calificaciones, pero no, ellos tuvieron que aparecer, yo nunca les hice daño, ni los insulte, solo aparecieron. Primero fueron palabras, luego apodos: El animal, cuatro ojos, el feo; todo eso lo odiaba. De repente siguieron las criticas a mi forma de ser, las burlas, esas risas me persiguen, no me dejan en paz ni un segundo y todos lo demás miraban, como si para ellos fuera un espectáculo. Empezaron con los golpes cuando ya no sabían que decirme, idiota es lo que repetían siempre, hasta el punto de que yo lo aceptaba, era un idiota. Cuando volvía a casa, ustedes me preguntaban si estaba bien, y yo respondía con una falsa sonrisa que me encontraba bien y me encerraba en mi cuarto. Me sentía solo, hasta creo que la misma soledad me abandono por otro, solo el silencio era el que acompañaba mis llantos, los llantos que nunca escucharon y nunca mas lo harán. Todo sucedió, sugirieron que desapareciera y eso haré, daré mi vida como un cobarde, ya que, mi esperanza murió en el momento que decidí hacerlo. Ojala ellos sufran un destino peor que la que me tocó cargar, pero para que lo digo si nunca se hará realidad. Perdona me Mamá por no ir a la Universidad como querías, perdona me papá por no ser el futbolista que quería ser, perdona me hermana porque nunca cumpliré mi sueño que te conté. Así termino, con la soga al cuello, sobre un pequeño banco y un suspiro, pronto estaré con el abuelo. Hasta nunca, los quiero.

ATTE: Un corazón más que cayó al abismo”

Al momento de terminar la última silaba todos rompimos en llanto, mis padres eran los mas dolidos, le aclamaban a Dios que lo regresaran, yo trataba de aguantar las lágrimas para que no vieran que era débil. Salgo al jardín a reflexionar su escrito ¿Cómo no nos dimos cuenta?, debí hacerlo, lo escuchaba llorando en su cuarto después de cada cena; yo entraba y el se limpiaba las lágrimas diciéndome que por favor lo dejara solo, que fingía estar enfermo para no tener que ir a clases, o cuando le vi un terrible moretón y me justifica que es un balonazo que le tocó cuando jugaron fútbol; soy una tonta. Vuelvo a la habitación y mi pobre hermano se encuentra “mirando” ese cajón donde se encontraba la nota, ¿quién pudo moverlo?, en eso veo algo en el cajón, otra nota, una que no se encontraba hace un momento; decido leerla en ese instante:

“Perdona me hermana, nunca iré a la luna te conté, en este momento pienso que es un sueño muy tonto ¿no?, por favor no llores por mí, ni por mi decisión, yo sé que estuvo mal hacerlo pero no tenía otra opción. Te deseo lo mejor de la vida, que no te pase lo mismo que yo”

No lo creía en el instante que lo veo, en ese momento me siento en su cama y comienzo a llorar, recordando cuando veíamos el cielo, me decía las cosas que formaban las estrellas y como encontrarlas, y fue en ese momento cuando me dices que tu sueño es ser astronauta e ir a la luna y que nuestra familia fuera a vivir ahí... yo respondiéndote que lo ibas a lograr y que serias el mejor. En eso siento como una brisa fría rodea mi cuerpo, y escucho un pequeño susurro: “nunca te dejare sola, mi dulce hermana”.Empiezo a oír un pequeño latido, el mismo que oí cuando lo cargue al momento de nacer, el mismo que oí cuando lo abrace en su cumpleaños, el mismo que me consoló cuando se murió mi perro, ese pequeño latido pertenecía al corazón de mi difunto hermano menor...

Bien, estos son los unicos por hoy , para dejar para mañana 😜 , mañana publicare sin falta mas creepypastas, para que puedan a volver a disfrutarlos
Nos vemosss....