Duele | Kimchay

VII. Sinceridad

Observó la puerta de abedul frente a él. Reflexionó un instante sobre lo que estaba haciendo y el por qué lo hacía. Soltó un suspiro intentando expulsar todos esos nervios que guardaba dentro de él y que amenazaban con salir.

Tomó valor y golpeó la puerta frente a él.

"Mmn pase" murmuró una voz detrás de aquella puerta.

Si Chay supiera quién era la persona que deseaba entrar probablemente su respuesta hubiera sido diferente.

El mayor se adentró en aquella habitación, encontrándose con un bulto en la cama. Inconscientemente sonrió, era una escena adorable de ver, pero sabía que tenía asuntos que hablar con ese adolescente.

"Porchay" nombró suavemente al castaño.

El joven se levantó rápidamente con una notable mueca de sorpresa.

"P'Kim" dijo con su aguda voz.

Ambos dedicaron unos breves segundos para mirarse a los ojos. Pero rápidamente el más joven sacudió su cabeza y cambio su expresión de asombro a una de seriedad.

"¿Qué haces aquí?" Preguntó con indiferencia.

"Debes hacerte una idea de ello" respondió.

Si, estaba seguro de que el de cabello largo estaba allí para hablar sobre ellos, quizás se disculparía y le daría una buena razón de por qué fue un completo idiota con él. Pero no estaba dispuesto a oírlo ni tampoco a perdonarlo, él no era un fácil.

"No creo que sea necesario hablar" respondió lo más inexpresivo que pudo.

"Chay, sé que estas enojado y herido. Fui un completo idiota al acercarme a ti para conseguir información de Porsche, pero quiero que sepas que mis sentimientos por ti nunca fueron una mentira" confesó.

El menor de los Kittisawasd mentiría si dijera que su corazón no se había acelerado al oír tales palabras del mayor, pero no quería caer, no tan fácil.

"No fue lo que dijiste ese día" respondió sin mirarlo, si lo hacía, sus ojos se pondrían cristalinos y las lágrimas amenazarían con salir.

"Lo sé, pero tenía miedo...tenía miedo de sentir, de amarte, de demostrar mis sentimientos. También temía que al entrar en mi vida corrieras grandes riesgos y cuando fuiste secuestrado realmente me dolió, me odie por no poder hacer nada, por no poder cuidarte" expresó con lágrimas acumuladas en sus ojos.

La sorpresa abarcaba el rostro del más bajo, ¿Acaso aquello era una confesión? ¿Kim realmente sentía lo mismo que él?

"Pero desde nuestro último encuentro no pude dejar de pensar en ti. Extrañaba tu presencia, tu cariño, tu bella sonrisa, tus sonrojos, tu nerviosa voz, extrañaba cada cosa de ti. Descubrí que te amaba demasiado como para olvidarte. Preferí dejar mí orgullo y demostrarte que eres todo lo que necesito en mí día a día. Eres mi ángel, Porchay" dijo mirándolo directamente a sus ojos, demostrando su sinceridad.

Las lágrimas se acumularon en los grandes y redondos ojos del contrario, logrando que poco a poco comenzarán a caer a lo largo de su rostro.

"P'Kim...yo realmente no se que decir. No creo poder estar a su lado tan fácilmente, necesito algo de tiempo para pensar y reflexionar acerca de mis sentimientos por ti" dijo con sinceridad.

Vaya...eso si que dolía.