Recaí. Recaímos.
Me miré con él, muchas veces.
Las cosas se reiniciaron. Lo distinto eran los chismes. Circulaba por los pasillos que yo era un cornudo y que no lo sabía, otros decían que sabía pero que no decía nada por no perderla, pero el resultado siempre era el mismo: que yo soy un imbécil.Pude soportarlo, la conclusión popular no estaba lejos de la realidad. Yo fui un total imbécil.
La que no podía mucho con la presión social era mi novia. Las chicas del curso eran muy directas y hasta groseras. Algunos chicos hacían alusión a la infidelidad de manera subliminal.—Si la perdonaste a ella, ¿por qué no quieres hablarme? —preguntó mi ex amigo, el Traidor.
—¿Cuánto le debo? —le pregunté al chico de la tienda de conveniencia tratando de ignorar al idiota detrás de mí.
—Jaebeom, ya te he pedido perdón. Estoy demasiado arrepentido por lo que hice, sé que traicioné tu confianza y...
—Esa clase de porquerías no se discuten en sitios como este —interrumpí—. Busca a alguien que le interesen tus mentiras.
—¡Está bien!, ¡déjame de hablar!, ¡pero no seas hipócrita y dale el mismo trato a ella!
El cajero me miraba nervioso y algo incómodo. Con un gesto y negando con la cabeza le indiqué que no era nada grave.
—Es sólo un traicionero que se mete con las novias de sus amigos —le dije al empleado.
Creí que me había pasado de la raya. Las personas y estudiantes que hacían cola detrás mío escucharon lo que dije y los murmullos no se dejaron esperar.
Aún así, creo que si estaba dispuesto a rogar mi perdón en una tienda de conveniencia no le preocuparía que al menos las demás personas tengan contexto de la situación.—Escucha, si en serio quieres pasar esta clase de vergüenza, permíteme aclararte que no la perdoné. Ni a ella ni a tí. Volví con ella porque fue hasta mi casa a joder, pero en cuánto haga una tontería, la mando a tomar por culo —susurré en su cara.
Hizo una expresión como si lo que le acababa de decir fue una confesión de un crimen por cometer.
—¿Qué fue lo que te pasó, Jaebeom? —inquirió—. Eres una persona cínica y vengativa.
—¿Vienes tú a hablarme de cinismo? —pregunté indignado en respuesta—. Te recuerdo que fueron tú y ella los que decidieron coger a mis espaldas, ¿esperabas que lo superara como si nada?, ¿esperabas que lo dejara pasar y volviéramos a ser amigos todos? No sé si lo sepas pero cuando se traiciona la confianza, ya no queda nada.
Pasar tiempo con mis amigos se volvió una tortura al estar ella ahí. Como toda persona recién perdonada, hacía un gran esfuerzo por ser amable, atenta y "tierna". Ahora cancelaba sus planes para salir conmigo, me esperaba al salir de clases y me acompañaba a todos lados. Fue deprimente.
—No quiero que nos vean juntos —le dijo mi novia al Traidor—. Ya he tenido bastante con soportar su indiferencia y el señalamiento de todo el tercer grado.
Ellos estaban detrás del edificio de los de primer año.
No me pregunten qué hacía yo en ese edificio, el motivo es obvio. Mis pies me llevaron hacia allí al ser mi subconsciente quién rogaba por ver los pequeños ojos que necesitaba que me vieran.No lo encontré y al salir, escuché a aquel par hablar.
—No los entiendo ni a tí ni a él —respondió el Traidor—. Tú sigues con alguien que ya no te ama y él me trata cómo si yo fuera el único que tuviera la culpa.
—Pues sí tienes la culpa, fuiste tú quién me buscó.
—Y tú quién accedió.
—¡Eso no importa ya! Ahora él y yo volvimos y estoy intentando de todo para que las cosas vuelvan a ser cómo antes. Ya no nos busques, ni Jaebeom ni yo queremos saber más de tí.
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I guess this is KARMA [2Jae]
FanfictionYugyeom tiene una peculiar forma de llamar a su grupo de amigos: «El Club de los Aferrados» y no es de extrañarse el porqué. Cada uno de los integrantes de este pequeño círculo social se encuentra aguerrido a un objetivo que es poco aceptado socialm...