十五

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Las clases transcurrieron normalmente.

Las chicas decidieron que nos encontraríamos en una cafetería después de clases para poder trabajar en el proyecto. Todos estuvimos de acuerdo y ahora nos encontrábamos cuatro chicas y tres chicos tomando café como si no hubiera repercusiones trabajando en la primera entrega del proyecto en cuestión.

Comenzamos a dedicarnos a ello apenas nos sentamos en una mesa de cuatro sillas dónde agregamos tres más. Me senté lo más alejado que pude de mi hoobae justo en una de las orillas, frente a él y a Shinpachi. 
Intenté no verlo lo más que pude, me concentré meramente en la parte del avance que me correspondía. Con un audífono en mi oído izquierdo, una gran taza de café americano fuerte sin nada de azúcar, mis ojos y manos enfocadas en mi laptop, y algo de rock reproduciéndose me ayudaron a ignorar su existencia durante mi estancia ahí.

Aunque, en el momento en el que dejé de escribir en el documento compartido para poder leerlo detenidamente mi mirada se dirigió por encima de la pantalla, justo en el filo de la computadora portátil de enfrente, la de él. 
Sus pequeños ojos al parecer sintieron los míos y alzó su mirada, cruzándose con la mía.
Fue fugaz el contacto visual, pero duró lo suficiente para notar una sonrisa de su parte sin necesidad de haber visto su rostro por completo más allá de sus pupilas cafés.
No reaccioné, sólo devolví mi atención a mis asuntos.

Fue en más de una ocasión. De mi parte no fue intencional, y eso fue lo máximo.

—Creo que ya quedó la redacción de los antecedentes, ¿pueden revisarlo? —inquirió Byulyi.

—Está correcto. Tomemos un descanso —indicó Yongsun cerrando su laptop—. Ya tenemos todo el primer apartado, merecemos un pequeño receso.

—¿Tan siquiera leíste lo que escribí? —exclamó la rubia ceniza.

—Sí, bebé, lo leí mientras lo escribías, no te preocupes por ello. Leí todo: la introducción de Youngjae, el marco teórico de Shunichi, el propósito del proyecto de Hyejin, la redacción del problema de Jaebeom y Wheein, ¡todo! Estamos avanzando bastante bien para ser la segunda semana y tener a dos nuevos en el equipo. La entrega es en dos semanas, relájense un poco. 

Byulyi no se veía muy convencida por la respuesta, sin embargó no alegó más al ver a Yongsun mandándole besos al aire frente a ella.
Wheein sólo las veía con disgusto, Hyejin reía negando con la cabeza, Shinpachi no entendía nada y Choi Youngjae sonreía hermosamente.

—Si ya está terminada esta parte, ¿puedo retirarme? —pregunté cerrando igualmente mi computadora

—¿Cuál es la prisa? —añadió la líder estirándose con una exagerada expresión de decepción—. ¿Acaso te desagradamos, oppa?

"No, yo le desagrado a Choi Youngjae".

—No es eso. Debo recoger a mi hermano mayor del gimnasio e ir a ayudarle a mi madre con su panadería.

—¿¡Tu madre tiene una panadería!? —exclamó Hyejin con la misma emoción que los demás—. ¿Por qué no nos dijiste antes? Pudimos haber ido a hacer la tarea ahí, hubieras estado con ella y la hubiéramos apoyado con sus ventas.

—De hecho, podríamos basar nuestro proyecto en su negocio —indicó Byulyi—. ¿Tiene planes de abrir otra sucursal o ampliar sus rutas de ventas?

—Hasta dónde sé, no tiene proyectos para eso —repliqué guardando mi laptop—. No se preocupen, no los llevaré a la panadería. 

—¡Qué grosero! —clamaron las chicas.

—Es algo demasiado personal involucrarlos con mi familia —agregué—. Si llego a hacerlo es porque son amigos demasiado cercanos.

I guess this is KARMA [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora