El gato y el ratón

18 12 2
                                    

- ¿Un segundo para qué? - preguntó en voz alta al mismo tiempo en que abría los ojos. Observó todas las luces prendidas de la casa, los muebles dejaron de parecer simples maquetas a algo real. Sintió la suavidad del sillón y escuchó el aromatizante de la mesa junto al sillón, funcionar- ¿Carlos? - lo llamó conmocionada- ¿Carlos? - volvió a llamarlo, pero sin respuesta.

Observó el control remoto del televisor y lo encendió.

-Los desaparecidos de Valle- anunciaban las noticias- Ya tiene más de dos años que diez estudiantes desaparecieron sin dejar rastro durante su noche de graduación- decía la periodista- El único sobreviviente sigue sin despertar.

-¿Un sobreviviente?- preguntó Carolina- ¿Acaso se trataba de Gabriel? Él no había llegado a ese mundo.

-Hasta el momento se han encontrado cuatro cuerpos en distintas fechas- prosiguió la periodista- todos en distintas zonas con el cuerpo totalmente deshecho, el día de ayer se encontró el cuarto cuerpo, con signos de derrame cerebral, distinto a las lesiones que se encontraron en los otros, este cuerpo ha sido reportado como el de la estudiante de último año de la preparatoria 21, llamada Marcela L., ubicada en las afueras de la ciudad. La policía sospecha de un asesino en serie que posiblemente tendrá a los otros estudiantes aun en su posesión, ya la policía está haciendo las debidas investigaciones para localizarlos...

- ¿Dos años? - preguntó Carolina confundida- No pudo haber pasado tanto tiempo.

La imagen del televisor se perdió, dejando solo una imagen de estática, Carolina trató de cambiar el canal, pero todos estaban iguales.

No podían haber pasado ya dos meses, si acaso habían estado ahí unas cuantas horas, todo había ocurrido muy rápido. Pero entonces... observó a su alrededor. No estaba en su casa, lo sabía, no era un sueño, realmente estaba pasando todo esto.

Suspiró con agotada, sintió su cuerpo aun pesado, hundido en el suave sillón blanco, se sentía aun adormecida y la cabeza le palpitaba. Vio a su alrededor. Su casa parecía ser tan real, todo había cobrado vida, ya no era la misma maqueta. Tomó el control y apago el televisor.

Dos puntos de luz se reflejaron en la pantalla apagada del televisor, le sonreía, siempre estaba sonriendo. Recordó el rostro de Carlos en su sueño, esos ojos como dos estrellas brillantes y aquella sonrisa forzada, el muñeco la continuaba observando por el reflejo del televisor.

Carolina trató de tranquilizar su agitado corazón, tratando de retener la respiración, esperando que el muñeco hiciera algo, pero este no se movió.

Juntó todas sus fuerzas. No quería dejar de verlo, sabía que debía ser rápida, juntó todo su coraje y volteó la mirada hacia atrás de ella. El muñeco ya no estaba, pero su risa se escuchaba desde el segundo piso.

Se levantó lentamente y salió de la casa, el tobillo aun le dolía, pero ya no era tan fuerte el dolor, ahora solo era la cabeza la que no dejada de darle punzadas por el golpe que había recibido.

Nuevamente observó aquella luna falsa que se alzaba en el cielo, como una lámpara que iluminaba su camino, volteó a ver su casa, tenía todas las luces encendidas, se veía tan real, tan viva.

Metió sus manos en los bolsillos de la sudadera a causa del frio, fue cuando sintió un pequeño sobre de papel. Al sacarlo se percató de que en su interior había tres cartas, la primera tenía por título baile, la segunda la biblioteca mágica y la tercera venia una foto de Kira. No entendía nada de lo que estaba sucediendo. ¿Qué era eso?

-Damas y caballeros- resonó la voz del muñeco por todas partes- Bienvenidos hoy al último juego de sus vidas, la última oportunidad de vivir, solo uno de ustedes podrá salir de aquí, el que adivine este último desafío será premiado con un deseo y será devuelto a su mundo y a su vida deseada. Somos seres generosos, pueden desear su más grande anhelo, pero antes deben jugar mi juego.

NIGHTMARE FAIRYTALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora