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Jonathan no dijo nada, sólo miró como la respiración de Rose se controlaba un poco y su llanto iba disminuyendo. Este no sabía como consolar a la chica realmente y eso lo hacía sentir frustrado.

—¿Quieres qué llamemos a tus padres? —Will habló sentándose a sus lado también.

—No, no, estoy bien, sólo debo regresar a casa —Se levantó, dejando la taza en la mesita que había frente a ellos.

—No te vayas así, te llevo —Jonathan se levantó también.

Joyce salió de la cocina acercándose a ellos con su cara aún preocupada.

—¿Segura qué ya quieres regresar a casa? —Preguntó tocando su hombro.

—Debo regresar, mis papás me van a regañar si no vuelvo —Expresó en un tono algo angustiado.

—¿La llevas tú, cariño? —Joyce le dijo a Jonathan y este asintió mientras ambos salían de casa subiendo al auto.

Joyce y Will los observaron irse mientras la mujer aún estaba preocupada.

—Creo que Rose no nos dijo la verdad —Will miró a su madre.

—¿Qué? Todos vimos como la botaban del auto.

—No por eso, sí no sobre la persona que la aventó, siento que sí conoce a la persona que le hizo eso. ¿Viste el golpe que traía en su mejilla?

—También lo noté. Pero Jonathan me contó que no tiene algún novio o así, que es muy solitaria.

—A mi también me dijo eso —El adolescente hizo una mueca de preocupación—, pero Rose se comportaba muy aterrada cuando Hopper le preguntó quien había sido.

Jonathan y Rose iban en silencio en el auto, esta sólo hablaba para decirle las indicaciones de su casa. Llegaron y Jonathan se estacionó frente a su casa.

Cuando Rose se iba a bajar, este la detuvo con un suave toque.

—Rose... sí necesitas algo puedes decirme, es más —El chico sacó un lápiz de la guantera y un pedazo de papel anotando algo—, este es el número de mi casa por sí necesitas algo, hablar o te sientes en peligro de nuevo.

Rose sonrió mientras lo miraba tomando la hojita que este le dio.

—Muchas gracias, Jonathan —Bajó del auto—, dale las gracias a tu mamá y tu hermano por auxiliarme, a Hopper también, perdón por asustarlos.

—No pidas perdón, no te preocupes, te veo mañana en la escuela.

—Claro, gracias de nuevo —Rose se despidió mientras ahora sí entraba a su casa. Escuchó que Jonathan se iba y suspiró cansada por todo lo que había sucedido.

—¿Dónde estabas? —Su madre habló con voz ebria saliendo de la cocina.

—Fui a hacer un trabajo de la escuela —Resopló mientras trataba de esquivar a su madre para subir las escaleras.

—Te vi llegando con un chico, ¿Es tú novio? —La empujó con su dedo—, no estabas haciendo tarea, fuiste de puta, ¿No es así?

—¿Qué diablos te sucede? Fui a hacer tarea, ¿Qué crees qué soy tú marido para irme con quien sea?

Su madre al escuchar esto le dio una fuerte bofetada, justo en el mismo lugar donde antes Billy la había golpeado.

—¡Cállate! —Sarah, su madre, le gritó mientras trataba de tomar la lata de cerveza con las manos torpes a causa de que estaba ebria. Esta tomó el contenido restante y le aventó la lata a Rose, esta sólo la esquivó mientras subía las escaleras—, ¡No vayas a salir con la estupidez de estar embarazada! —Gritó Sarah mientras esta subía llorando de coraje a su cuarto.

𝑺𝒂𝒃𝒃𝒓𝒂 𝑪𝒂𝒅𝒂𝒃𝒓𝒂 | Eddie Munson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora