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2. Quiero conocerlos🤰

Desde abajo podía sentir la mirada de Loki sobre mí, siempre tuvimos una conexión especial, ahora también.

Sé que Frigga ha dejado su mente con cortocircuitos, creo que jamás pensó verse reflejado en otro pequeño ser.

El cumpleaños había terminado sin incidentes, me despido de todos, agradezco su presencia, veo que Steve se acerca.

-Anne... ¿Quieres que me quede contigo un rato más? No me importa, sé que es un día complicado para tí.- sus ojos azules dan luz a esa cara angelical.

-Claro, vamos a acostarlos, es tarde y están cansados.- recorremos los pasillos, Jarvis nos despide en la puerta y Steve nos lleva a casa. Sabía que Thor no andaría muy lejos, tenía que controlar a Loki.

El camino es prácticamente en silencio, Steve me mira y sonríe en un par de ocasiones, sabe que estoy pensando en Loki, pero es prudente y no lo dice.

-Anne los niños se han dormido.- miro atrás, efectivamente están dormidos, conecto mi mirada con la de Steve...

-Demasiadas emociones juntas.- sonrío al rubio y éste devuelve la sonrisa. ¡Es perfecta!

Ya en casa cada uno toma a un niño, llegamos a su habitación, los dejamos con mucho cuidado, mirándolos con cierto miedo por lo que sus vidas podrían cambiar a partir de ahora deposito un beso en sus frentes.

-Buenas noches hijos míos... que descanséis...- salgo con cuidado y Steve está ya esperándome en el salón.

-¿Estarás bien Anne? No me quedo tranquilo dejándote sola con el lunático de Loki rondando.- sé a qué se refiere, todos han tratado de protegerme desde aquel día.

-Steve... tranquilo, Loki no va a hacerme daño, a sus hijos tampoco. Entiendo perfectamente la angustia que sientes porque es la misma que tengo yo, esta noche dormiré con ellos en su habitación, te prometo que cualquier cosa que pase te llamaré.- me acerco acarició su mejilla y dejó un beso en ella.- gracias por formar parte de mi vida.

Nos miramos unos segundos que parecían eternos, sus ojos miraban mis labios y yo miraba los suyos, sino fuera porque el cabronazo de Loki había vuelto, aquella hubiera sido la noche perfecta para besarnos.

-Buenas noches Steve.

-Buenas noches Princesa.- deja un beso en mi frente y sale por la puerta sin hacer ruido, cierro con llave y cuando giro ahí estaba él, cruzado de brazos esperando su momento para hablar.

-¿Desde cuándo el soldado puede llamarte princesa? O lo que es más importante ¿Desde cuándo tienes afectos por él?- sabía que estaría cerca, sospecho que ha estado desde el primer momento que llegamos a casa, por eso no he besado a Steve.

-Loki... no es asunto tuyo. Tú y yo no somos nada.- sabía que sería una larga noche, así que optaré por intentar mantenerme serena.

Me toma por la cintura y me acerca hasta él. Desde esa posición puedo observar su bello rostro, sus ojos esmeralda, sus finos labios, sus marcados pómulos así como su pelo azabache rizado.

-¿Que tú y yo no somos nada Anne?- hace una pausa.- me he pasado seis malditos años soñandote cada noche y cuando vuelvo te encuentro coqueteando con el soldado que casi me mata y con dos hijos de los cuales no tenía constancia.- la vena de su cuello casi estalla.

-Nadie te obligó a irte por tanto tiempo.- consigo responder.

-¡Lo hice para protegerte, maldita sea! Tengo enemigos que serían felices torturándome con lo que más me importa.- mi corazón se acaba de romper aún más si cabe, escuchar aquello me hace replantearme todo, pero no quiero caer, aún no tengo claro que sea verdad, no puedo confiar en él.