Limerencia. - Pedri González

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PEDRI

Abro la puerta de mi casa y los brazos de mi madre me reciben. No puedo ni cerrar la puerta que ya tengo a mi madre y a mi padre abrazándome. Escucho un pequeño sollozo y miro como mi madre se pasa la mano por los ojos. Los abrazo aún más fuerte, los he echado bastante de menos. Fer tose y pega un portazo para que le prestemos atención. Mi madre gira la cabeza mirándolo mientras que mi padre solo se ríe.

-Que corra el aire.-Hace aspavientos con las manos y mi madre se dirige a él para pegarle una colleja.

-No seas celoso.-Le riñe mi padre.-A ti te hemos aguantado todo este tiempo.-Río al ver la cara de mi hermano y me acerco a él para abrazarlo también.

-Déjate de tonterías enano.-Ruedo los ojos al escuchar el odioso mote.

-Venga, ve a dejar las cosas que hay que preparar la cena.-Fer sonríe cuando escucha la palabra cena. Siempre le ha gustado cocinar y lo que más le gusta es aprender de nuestra madre.-Tú, sube y deshaz la maleta.-Me ordena señalando la escalera.-Y tráete la ropa sucia que voy a poner una lavadora.

Subo las escaleras mirando mi casa. Desde que vivo en Barcelona las cosas han cambiado bastante, pero sobre toso mi forma de vivir. Cuando antes solía estar rodeado de gente ahora solo está mi hermano, ya que mis padres vienen menos que cuando estaba en Las Palmas. Miro el reloj de mi mesita de noche, este marca las nueve por lo que a Lara todavía le quedará una hora o así. Deshago la maleta y los pocos calzoncillos sucios se los llevo a mi madre, que pone la lavadora cuando los mete. Me doy una ducha y me pongo el pijama o bueno las calzonas. Mi padre y yo nos sentamos en la mesa de la cocina, él bebe una cerveza mientras que yo tengo una botella de agua a mi lado. Mi madre y Fer están cortando comida y hablan animadamente.

-¿Cómo te lo has pasado?-Mi padre todavía me trata como un niño.

-Muy bien papá. Ha sido una de las mejores experiencias.-Me sonríe al verme tan contento.-No hemos podido llegar a la final y estoy cabreado porque podía haber echo mucho más.

-Lo has hecho fenomenal cariño, deja de martirizarte.-Dice mi madre.-¿Qué opina Lara sobre eso?-Se mete un trozo de algo en la boca y me mira alzando una ceja.

-Siempre se enfada.-Suelto una pequeña risa.-Por suerte o por desgracia es fisio y sabe todo lo que mi cuerpo le dice. Por lo que me tiene más mimado que a los demás.-Bebo un poco de agua ya que tengo la boca seca.-Siempre me está riñendo porque no la escucho y me sobreesfuerzo.

-Pues échale cuenta, ella es la que sabe. Tu solo te quejas cuando ya estás que no puedes más.-Opina mi hermano.

Tenerlos a los tres aquí me hace sonreír, hace mucho que no nos juntábamos y pasábamos tiempo en familia. Hablo con mi madre sobre los partidos que se vienen ahora y ella emocionada me pide que le mande muchas fotos. Nunca me hago fotos, no me gustan y ella siempre se enfada bastante cuando no se las mando. Si no hubiera sido porque Lara ha hablado más con ella que yo y le ha mandado fotos me hubiera estado dando la lata. Aunque es algo que tenemos en común, tanto ella como yo somos nulos a la hora de hacernos fotos. Siempre que intento hacerle una me hace un corte de manga, pero no me quejo porque yo soy igual. Mi móvil pita pero lo ignoro. Mi padre se ríe y mi madre le da un beso, una pequeña sonrisa aparece en mi cara. Ver el cariño que se tienen me hace sentir orgulloso, por suerte tengo una familia que se quiere .El teléfono vuelve a pitar varias veces y lo vuelvo a ignorar. No creo que sea Lara, todavía le queda o eso creo y no puede ser Ferran porque ya he hablado con él hace cinco minutos. No es hasta que me llaman por segunda vez que le hago caso. Un número extraño que no tengo agregado aparece en la pantalla y, por la insistencia, lo cojo ya cansado.

-¿Pedri?- Escucho una voz de mujer y cansado de que sea alguna fan decido colgar.-Soy la madre de Lara.-Eso hace que vuelva a pegar el móvil a mi oreja.