Capítulo II: Mirar al pasado.

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[ A s t r i d ]


No entendía del todo a Alice, ¿Se esperaba que con recordar algo así iría a esa fogata? Ya había ido una vez y ya las conocía, ¿Qué sentido tendría ir de nuevo? Eso era aburrido... Y tampoco hablaba con mucha más gente aparte de ellas, pues era bastante cerrada.


Pero quería que se callase de una vez, así que empecé:


─Claro, todo empezó en esa fogata de bienvenida...


─¿Recuerdas hace cuanto tiempo fue? ─Me interrumpió Alice.


─¡Qué voy a saber yo! Eres la única que se acuerda de cosas así... lo que importa es que estamos aquí ─Rodé los ojos. Alice bufó y yo me reí con sorna─. ¿Puedo seguir, ya que decidiste ponerte especialmente nostálgica hoy?


Alice asintió y yo empecé a jugar con mi cabello.


─Bueno, si la señorita no quiere decir nada más... Empezó en esa fogata de bienvenida, yo había ido obligada, como todos los años. Creo que tuve que estar sentada al lado de Kia, la zorra esa.

»Vi a uno de esos conejos voladores que tanto abundaban antes, ¿Qué creen que han hecho con ellos? -Se encogieron de hombros- El punto es que no le presté mucha atención y luego escuché a una persona levantarse, nada más y nada menos que usted -Señalé a Lynn y ella rió ligeramente-. Estaba aburrida, así que te observé hasta que te perdí de vista. Luego vi a la señorita a la que le gusta interrumpir...


─¡No es verdad! ─Me contestó la pelinegra, falsamente indignada.


─Lo acabas de hacer. ─Todas nos reímos.


─Por una vez...


─Van dos, calla ─Puse los ojos en blanco y sonreí─. Déjame seguir.


Alice asintió, rodando los ojos.


─Bueno, el punto es que tú también te fuiste, a saber porqué. Escuché un grito y como buena persona que soy, fui a ayudar ─mentí, así no eran las cosas, había ido porque estaba aburriéndome cada vez más y quería ver si estaban jugando a algo que yo pudiese arruinar... mi yo de 12 años no era tan agradable, supuse que había mejorado en ese aspecto... En parte. Obviamente ellas se dieron cuenta de mi mentira y rieron─. No sé porque se burlan, si es toda la verdad... ─Tuve que hacer un esfuerzo para no reírme a carcajadas.


─Claro, claro... Sigue. ─Me respondió Lynn, sonriente.


─En fin, resulta que... El pobre conejo se estaba ahogando en el río cercano a la fogata ─Miré a Lynn─. Y creo que tú estabas usando tu poder para tratar de sacarlo...


─En mi defensa, era inexperta y no sabía muy bien como usarlo...─Me interrumpió la castaña.


─¡Como les gusta detenerme a media historia! ─Me crucé de brazos─. Total que la «Señorita Interrumpidora»...

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