Capítulo IV: Revivir Para Contarlo.

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[ A l i c e ]

2 horas antes...

Mi meta había sido conseguida, As iría a la fogata. Chillé al oírla aceptar.

Me dirigí de nuevo a mi armario; Saqué de él unos jeans ajustados claros y una camiseta de color salmón que era suelta. Junto con unos tacones negros, todo combinaba a la perfección.

*************

Al llegar a la fogata de bienvenida, As había llegado junto con Lynn. Aarón me saludó y yo le sonreí, ellas rieron.

Y entonces me dí cuenta..., Astrid estaba quemándole las extensiones a Kia, Carrie reía y por lo tanto Lehia también lo hacía, la hermana de Lynn era la copia barata de Carrie... Bueno, tanto Kia como ella.

Tenía dos opciones; Quedarme a ver el espectáculo o intervenir... Opté por la segunda; caminé en dirección al show que se habían montado entre esas dos, cuando sentí que me agarraban de mi antebrazo y me decían «Allie»...

Aarón.

Mi corazón se detuvo por un momento antes de reaccionar.

─Allie ¿Quieres caminar un rato? ─me preguntó este.

─Claro.

No tenía idea de por que quería llevarme a otro lugar, pero en verdad no me importaba. Estábamos Aarón y yo, solos, paseando en una especie de bosque donde habitaban muchos seres mágicos y especiales; como pueden ser ... Conejos voladores, unicornios, gatobúhos [Que en realidad no se llamaban así, pero les decíamos «gatobúhos» ya que Astrid, al ver uno, dijo que parecía un búho con orejas de gato... Lynn y yo no sabíamos qué o como eran esos seres] y todo tipo de cosas.

Caminábamos por un camino de grava que se había hecho junto con el instituto, al cabo de unos 5 minutos de trayecto, Aarón tomó mi mano entrelazándola con la suya; me sonrojé.

Él se acercó a mi y juntó nuestros rostros haciendo que mis labios se rozaran con los suyos..., 

Un beso, mi primer beso.

Cuando empezamos a separarnos lentamente, escuche un sollozó. Giré mi cabeza y observé a un pequeño unicornio de color morado llorando junto a un árbol.

«Pobre pequeño.» pensé.

Cogí al pequeño animal en mis brazos, era un poco mas grande que mi mano.

─Tengo que ayudarlo. ─dije, mirando a Aarón.

─Lo entiendo. ─respondió este, sonriendo.

─¿Me acompañas?, no me gusta andar sola de noche. ─Una sonrisa inocente se formó en mis labios, a lo que el asintió.

Tomé su mano entrelazándola junto a la mía como él lo había hecho antes, en mi otro brazo tenía al pequeño unicornio que se había quedado dormido.

Al llegar a la habitación, Aarón se sentó en la cama de Astrid y yo en la de Lynn, puesto que había acostado al pequeño unicornio en la mía.

─Allie, ¿Te gustaría salir... Mañana del instituto a tomar algo que te guste? ─preguntó Aarón mientras yo me sentaba a su lado, de inmediato una sonrisa se formó en mis labios y sin darme cuenta ya estaba de nuevo en la misma posición de antes de ser interrumpida por él unicornio. La puerta se abrió.

Astrid.

─¿Intervine en algo? ─preguntó esta con tono burlón─. ¡Tú, quita el culo de mi cama! ─Señaló a Aarón─. Si se van a revolcar, que sea en la cama de Lynn...

Le tiré una almohada para que cerrara la boca. Aarón se levantó y me miró, guiñó su ojo y me dijo:

─Vengo a buscarte a las 5 de la tarde mañana ¿Vale? ─Asentí y el salió de la habitación.

Astrid estaba como..., distraída, pero, ¿Por qué?, su siguiente paso fue sentarse en mi cama rozando al pequeño unicornio morado bebé que había interrumpido mi cita con Aarón, de todos modos, a partir de ese día amé a ese unicornio.

Astrid hizo que el animal despertara y que empezara a llorar. Lo tomé en mis brazos y lo mecí, empezando a cantarle canciones de cuna. As me miró con cara de "¿Qué se fumó esta hoy?"

─¿Qué nombré puedo ponerle? ─le pregunté, ya que tenía cara de idiota distraída.

─Astrid ─dijo, reí─. ¡Carita de Ojete! ─Sonrió y le pegué un codazo─ Bien... ¿Qué te parece...? ─siguió pensando─ ¿Unicorn? muy original ─Asentí y volví a reír─. Y... ¿Qué tan estúpida debes ser y qué tanto mal gusto has de tener para fijarte en mi hermano? ─me preguntó, palidecí.

─Bien... Cuando llegamos a la fogata...─empecé, al terminar ella se quedó boquiabierta.

─¿En serio te gusta tanto mi hermano? ─Asentí─. Qué mal gusto tienes.

─¡Cállate...! Y tú ¿Por qué esa cara? ─pregunté, recién me daba cuenta de era media noche y Lynn no había regresado, después de que me contase su relato la buscaría.

─Bueno...─empezó, esto estaría bueno.

*********

Espero que les guste :D...

~Val.

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