❛ 𝗡𝗬𝗠𝗣𝗛𝗢𝗠𝗔𝗡𝗜𝗔𝗖 ❜
❝un vampiro y una adicta al sexo, no puede ser tan malo...❞
en donde 𝗲𝗱𝘄𝗮𝗿𝗱 𝗰𝘂𝗹𝗹𝗲𝗻 está
a punto de perder la cabeza
por la llegada de 𝗶𝘀𝗮𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 𝘀𝘄𝗮𝗻
y el delicioso aroma de s...
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nymphomaniac, chapter one!
welcome to forks. . .
SELENA MOON ODIÓ FORKS. Ella odió Washington. Odió el clima frío, odió la humedad que casi arruinó su perfecto cabello liso; odió la lluvia, odió la niebla, odió la nieve, odió el cielo oscuro, odió que incluso no hubiera rayos del sol para quejarse de eso también. La pelinegra odió los Estados Unidos de América en general.
Ningún lugar sería para ella lo que sería Corea del Sur, Estados Unidos no sería nunca para ella lo que era su preciada Corea, Forks no le llegaba a los talones a la capital de su país, Seoul, y mucho menos a su ciudad natal, Busan. América desearía tener todas las vistas, paisajes, paraísos y demás del país del Asia Oriental.
¿Se entendió que odiaba Forks?
No sabía cómo su madre, una mujer que siempre se creyó muy importante, pudo provenir de un lugar tan retrógrado como aquel.
Apostaba a que su madre había sido mucho para ese pueblo pequeño de apenas casi 4 mil habitantes. A Selena no le sorprendía ahora porqué su madre siempre contó que estuvo tan desesperada por salir de Forks y regresar al país de origen su abuela, Corea... El pueblo era el más monótono que Selena había visto en su vida, era la definición perfecta de «pueblo chico, infierno grande».
Ella ya podía escuchar los chismes que se esparcirían por todo el lugar sobre una chica asiática llegando al pueblo.
—Esta casa rural es una estupidez —Selena tiró su bolso en la sala de estar de su nueva casa con fuerza, escupiendo las palabras con burla en un coreano con un fuerte acento de Busan que la hacía oírse más enojada—. ¿No pudiste conseguir un apartamento como el que teníamos en Seoul? ¡Esto es ridículo! ¿No pudiste mandar a construir algo mejor? —la pelinegra de ojos azules casi le gritó a su padre a través del teléfono.
Pero, Hyun Moon no se inmutó ante las palabras desconsideradas de su hija.
—Forks no goza de tales modernidades —Hyun respondió sin mucha emoción al otro lado de la llamada—. Además, era la casa de tus abuelos y la casa donde tu madre se crió. Deberías de mostrar más respeto —el hombre mayor regañó a la réplica de su imagen.
Selena soltó una risa amarga en su lugar, apretando el teléfono que reposaba contra su oreja en su mano derecha.
—¿Mostrar respeto? Si fuera por mí, madre pudo haber nacido en un basurero y no me importaría —Selena se burló—. No me gusta esta casa asquerosa, no me gusta este pueblo insignificante. ¡Quiero regresar a Corea ahora mismo, padre!
