❛ 𝗡𝗬𝗠𝗣𝗛𝗢𝗠𝗔𝗡𝗜𝗔𝗖 ❜
❝un vampiro y una adicta al sexo, no puede ser tan malo...❞
en donde 𝗲𝗱𝘄𝗮𝗿𝗱 𝗰𝘂𝗹𝗹𝗲𝗻 está
a punto de perder la cabeza
por la llegada de 𝗶𝘀𝗮𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 𝘀𝘄𝗮𝗻
y el delicioso aroma de s...
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nymphomaniac, chapter sixteen !
the cullens. . .
CUANDO LA ADICCIÓN AL SEXO de Selena era peor, la ninfómana tenía un hábito de descargar sus ataques de iras con el sexo. Fue una de las razones por las que el sexo se volvió una adicción para ella en primer lugar. Y en ese momento Selena estaba enojada por su discusión con su padre, sin poder hallar la forma de controlar la ira que la estaba controlando ante la idea de que su padre llegara a Forks y arruinara lo único bueno que ella consiguió en el pueblo.
Por lo tanto, era natural que Selena cayera en los viejos hábitos y utilizara a Edward para descargar el enojo que tenía acumulado dentro de ella.
—¿Selena? —Edward se atrevió a llamar a la susodicha después de que escuchó los ruidosos pensamientos de la pelinegra de flequillo.
El cobrizo ya había estacionado a un lado de la carretera y Selena aprovechó el momento para desabrochar el cinturón de su asiento y subirse encima del vampiro, tomándolo por sorpresa.
—¿No te molesta que juguemos un poco ahora, cierto? —Selena ignoró la mirada llena de cuestionamiento que Edward le dió cuando el susodicho echó su asiento hacia atrás para que hubiera espacio suficiente para ambos—. Probablemente mancharemos el hermoso cuero de los asientos —la ninfómana no perdió tiempo en llevar sus manos hacia el broche del pantalón de su novio.
—Alguien podría vernos, Selena —Edward evitó decirle a su compañera que el sexo no podía ser su mecanismo de afrontamiento para cada problema que se le presentara, sabiendo que ella estaba sensible en ese momento.
—No me importa, Edward —Selena imitó el mismo tono serio del mencionado, deteniéndose para mirarlo a los ojos con toda la intensidad y necesidad que reunió—. ¿Por favor? En serio te necesito ahora —la forma desesperada en la que la humana susurró sobre los labios del vampiro tuvo al susodicho cediendo inmediatamente al escuchar la forma en la que su compañera le suplicó.
Edward no quería sumar al dudoso manejo y control que Selena tenía sobre sus trastornos y adicciones al permitir que ella usara el sexo como un terrible mecanismo de afrontamiento a sus ataques... Pero Selena tenía una mente llena de obscenidades e inmundicias que lograban que el autocontrol irrompible de Edward se derrumbara ante todo pronóstico; Selena sólo pensaba en cómo lo quería a él en ese momento y Edward no tenía la voluntad para rechazar a la humana después de probar lo que la susodicha podía ofrecerle.