NYMPHOMANIAC ━━ edward cullen +18

━014. lust's a pass to hell pt. 2 !

nymphomaniac, chapter fourteen !

lust's a pass to hell, part two . . .

          EDWARD CULLEN PARECÍA completamente poseído por la manera en la que sus ojos estaban oscurecidos completamente, pero sus ojos negros sólo demostraban lo susceptible que era el vampiro a los toques desvergonzados de Selena Moon, la humana que lo tenía a punto de volverse salvaje. El vampiro tenía su cuerpo increíblemente tenso, su mandíbula lucía cada vez más afilada cuando la apretaba más, y su erección no se quedaba atrás con lo terriblemente grande y dolorosa que se volvía por cada segundo que pasaba sin que la humana lo tocara... Y Edward no podía creer que su cuerpo fuera capaz de sucumbir a sus deseos más perversos.

          Mientras que Selena estaba emocionada y ansiosa porque era la primera vez en años que finalmente cedería a la adicción favorita de su cuerpo y mente. La pelinegra estaba tan emocionada que ni siquiera le importó la obvia aprehensión del cobrizo delante de ella, la susodicha moviendo sus manos, con demasiada familiaridad, hacia la erección notable de su novio que la tenía con la garganta seca y los muslos completamente pegajosos. Selena sólo se detuvo cuando por fin tuvo el miembro erecto desnudo de Edward frente a su cara y escuchó al mismo ahogar un gemido después de darse cuenta de que estuvo en silencio durante todo el tiempo.

          Y para Selena Moon fue una bendición descubrir que un chico tan hermoso como Edward Cullen también era privilegiado de tener una virilidad que le hacía justicia en apariencia y tamaño, y Selena no se molestó en avergonzarse cuando su interior mojado se apretó alrededor de la nada al momento que se dió cuenta que Edward tenía fácilmente la polla más grande que ella tendría el placer de probar: era grande, largo y grueso, cumpliendo con los tres grandes requisitos del hombre perfecto; también era venoso y Selena estuvo tentada de pasar su lengua por cada una de las venas oscuras que adornaron perfectamente el pene más hermoso que ella había visto.

         Pero la punta gruesa y redonda de la erección de Edward se robó toda la atención de Selena porque estaba hinchada, peligrosamente roja y goteaba una cantidad de líquido preseminal que Selena ciertamente no tendría problema alguno en lamerlo y tragarlo todo. La ninfómana estaba tan ensimismada con la maravilla de virilidad que tenía delante de ella que no se dió cuenta del esfuerzo que su novio vampiro estaba haciendo en callar sus sonidos obscenos y aguantarse las ganas de tomar del cuello a su compañera y obligarla a hacer algo al respecto sobre su dolorosa y dura erección en ese instante.

         —Selena... —la voz peligrosamente grave y gruesa de Edward funcionó para sacar a Selena de su ensoñación, la ojiazul parpadeando varias veces antes de mirar al inmortal a los ojos con tanta admiración y adoración que Edward podía jurar que parecía que Selena no estaba pensando en ese momento cómo se sentiría el semen de él en su garganta.