Lena
Mis ojos registran el entorno de la cafetería mientras espero a Hairam. Hago garabatos con el absorbente dentro de mi capuchino y, sin darme cuenta, termino dibujando la forma de un pene. Me río de mi propia ocurrencia y observo la graciosa figurita que acabo de crear.—¿Qué es eso? Buenos días —murmura detrás de mí y me besa en la coronilla antes de sentarse a mi lado.
—Es un pene. Buenos dias para ti tambien. He pedido un batido de chocolate con fresas para cuando llegaras —le digo y tomo un sorbo de mi bebida. Él hace una mueca de desagrado y niega con la cabeza.
Hairam es el típico estudiante guapo con el que solo puedes soñar. No porque mire por encima del hombro o sea inalcanzable, sino porque el muy tontito jamás ha tocado a una chica, al menos no como un chico sexy lo haría.
Es mi mejor amigo desde... No es necesario hacer cálculos, porque según nuestras madres, nos comunicamos telepáticamente a través de sus panzas hinchadas durante nueve meses. Esto quiere decir que, hipotéticamente, nos conocíamos desde antes de nacer.
Son muchas las historias que he vivido junto a este nerd de ojos verdes y cabello negro y despeinado, y sin duda alguna, él ha sido una de las mejores cosas de mi vida, y no lo digo por el hecho de que gracias a su inteligencia hoy esté cursando último año de bachillerato —es que el guapetón este es un puto genio y tengo que aprovecharlo—. Pero fuera de todo mi interés hacia su brillante cerebro, debo agradecerle también por ser mi incondicional compañía.
—Oh, gracias. Y bien ¿por qué terminaste con Jonas? —me pregunta y se tumba contra el espaldar de su silla, extiende sus largas piernas por debajo de la mesa y vuelvo a preguntarme qué clase de cerebrito se sienta como un vago delincuente.
—Porque solo quería sexo —contesto y me encojo de hombros.
—Parecía muy cariñoso contigo, no creo que sus intenciones hayan sido solo "tu conchita" —dice con un tono irónico y gira la vista hacia la chica que trae su desayuno.
Es una rubia con uniforme de mesera y lindos ojos verdes. Tiene un rostro angelical y supongo que sea unos dos años mayor que nosotros. Ella coloca sobre la mesa el batido de mi amigo junto con unas galletas redondas saladas. Sonríe intentando simpatizar y correspondo con el mismo gesto.
—Aquí está el desayuno que mandó a pedir, lindo día... —pronuncia la chica y observa embobada a Hair—, para ambos.
—Gracias linda —responde él sin siquiera mirarla y bebe un trago de su vaso.
La rubia se retira nerviosa y entrecierro los ojos enfócandolos en el estúpido cegato que me acompaña.
—Te acaban de coquetear y tú cómo si nada ¡hasta un niño de cinco años es más atrevido que tú! —exclamo y palmoteo su hombro.
En ese instante pasa por nuestro lado una joven con un niño pequeño de la mano, este me mira con picardía, muerde su labio inferior y me lanza un beso junto con la frase "cosa rica". Me quedo boquiabierta y Hairam mira confundido.
—¡¿Lo ves?!
—Sí, de hecho es perturbador que se comporte así, quizá sea un tipo de trastorno hormonal...
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Hairam. ¡Quiero tu virginidad! 🧋 PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO 📖
RomanceNo pudo evitar mostrarle el mundo real; no se detuvo cuando sus labios rozaron los de él, y tampoco lo pensó dos veces en hacerle la mejor propuesta de su vida. Su madre le dijo que no era sano obsesionarse; como tampoco lo era romper una amistad po...