No pudo evitar mostrarle el mundo real; no se detuvo cuando sus labios rozaron los de él, y tampoco lo pensó dos veces en hacerle la mejor propuesta de su vida.
Su madre le dijo que no era sano obsesionarse; como tampoco lo era romper una amistad po...
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🍁Lena:
Refunfuño, expulso aire caliente por la nariz y tenso mi mandíbula. Primero me cabreo por la faba Lavagirl, y luego por el babute de mi amigo porque le correspondió con un guiño de ojo.
Me tiro de golpe sobre mi asiento con los brazos cruzados bajo mis pechos y un mohín adornando mi cara de alcachofa marchita.
—Uy pero que celosilla me has salido —me molesta Tani al oído y opto por no mirarla—. Qué difícil tu situación ¿no? Debe ser un bombazo estar colada por tu mejor amigo.
—¡Basta Calletana! No estoy colada por nadie vale —freno sus palabras y le indico prestar atención al campeonato.
—Ay, como digas, señorita mentirosa —se burla y aguanta la risa.
—¿Estudiante? ¿Tiene o no la respuesta? —insiste el profesor que conduce la competencia sujetando el micrófono con la vista fija en Hairam.
—Necesitaría un mínimo de siete carreras para descubrir a los tres caballos más veloces —contesta y el profesor alza a la par las cejas, mira el papel que lleva en la mano con las respuestas y sonríe.
—¡Respuesta correcta! El Instituto Bachillerato ha ganado la última ronda, felicitaciones.
Dicho esto me lanzo por las escaleras a toda prisa sin dejar de gritar. El público lanza flores, globos y confeti mientras se acerca a felicitar a los ganadores. Marco y Landon demuestran su tristeza pero aún así sonríen y felicitan a sus contrincantes.
Veo a mi amigo abrazar a su compañero mientras corro y estoy a pocos metros de su posición. Tomo una curva y me lanzo sobre su espalda, justo como hacíamos cuando éramos pequeños. Lo abrazo desde atrás, agarrada de su cuello y con las piernas rodeando su cintura. Aspiro su perfume y se me salen las lágrimas al sentir sus labios besar una de mis manos que cuelga por su pecho.
—¡Felicidades! ¡Sabía que iban a ganar! —exclamo y lo aprieto bien fuerte.
—Gracias Nita, estoy muy feliz —responde él conmovido.
—¡Hairam!
«¡Ayno como te acerques te dejaré sin cabello!».
Bajo de la espalda de mi amigo y me coloco a su lado. Tandra llega con una sonrisa de oreja a oreja y abraza a Hairam con cariño mientras lo felicita.
«Uno, dos y tres, suficiente». Cuento mentalmente y me interpongo entre ambos.
—Va, va, ya entendió tus buenas vibras. Ahora si nos disculpas, su familia también quiere felicitarlo, retírate —le ordeno a la peliroja y esta da un paso al frente imponente.
—Lena, no seas así —me pide Hair por lo bajo demandante.
—¿Y tú quien eres para entrometerte? Oh, sí, ya recordé. La mentirosilla que me dijo que su mejor amigo tenía herpes para evitar que me lo follara ¿No es así? —suelta en voz alta llamando la atención de unas cuantas personas que celebran a nuestro alrededor.
