15. Navidad juntos.

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Era martes 20 de diciembre del 2016, faltaba muy poco para la navidad, y por ende las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina.

Todos los chicos y chicas estaban muy emocionados pues se tomarían un respiro de todo el entrenamiento que venían empezando desde octubre.

La nieve cubría la hermosa ciudad Seúl.

Desde la ventana de la habitación de Rin se podía ver toda la vista, era simplemente encantador, como un cuento de hadas.

Mientras contemplaba tan deslumbrante vista, la castaña se apresuraba en terminar los suéteres que serían los regalos de navidad para su amiga Kagura y para Sesshomaru.

Hoy fue un día duro de entrenamiento, así que se sentía cansada, cómo siempre... pero eso no la desanimaba para continuar haciendo su labor.

Tejía y tejía, con mucho cuidado y amor; su abuela Kaede le había enseñado cómo hacerlo, y para su fortuna, había aprendido rápido.

Con el tiempo, ella misma empezó a hacer su propia ropa, más que todo... suéteres, bufandas y gorros de lana, le quedaban muy bien y hasta incluso algunos amigos llegaron a comprar las prendas que realizaba.

Suspiro con nostalgia, recordó que, en esta época del año, la pasaba con su abuela y su madre... su padre nunca estaba pues prefería irse con sus amigos a fiestas o reuniones antes que celebrar la víspera de navidad con su familia.

Eso nunca le importo, con tal de tener a su madre y abuela, era más que suficiente para sentirse agradecida con la vida.

Además, que su padre no toleraba a su abuela, por qué según él era muy "atrevida" en algunas cosas, y le transfería esos gustos a Rin, según él, Rin era rebelde y malcriada por su abuela, ya que le había animado a hacer las cosas que más le gustaba, y una de ellas por supuesto, era cantar.

Cuando era pequeña y hasta su adolescencia, Rin se escapaba con su abuela e iban al centro comercial para que cantara en pequeños bares familiares y restaurantes, para así, ganar algo de experiencia pues en su casa no tenía la libertad para hacerlo.

Y vaya que le ayudó mucho, pues había ganado reconocimiento en esos lugares, los dueños del lugar, siempre la contrataban para que cantara algunas canciones mientras los clientes se deleitaban con la música mientras comían, y a su vez, disfrutaban el espectáculo.

Estaba muy feliz, pues no había alguien que no la conociese cuando iba de compras, al supermercado o a pasear.

Siempre la saludaban los pequeños comerciantes de esa zona, y siempre le decían que cantaba muy bonito.

Le conmovía mucho que gente que no la conociera de nada, fuera tan amable con ella.

Pero a veces había dejado colgado algunos compromisos por la corta paciencia de su padre, pues no la dejaba salir mucho, siempre ahuyentaba a todos sus amigos o conocidos, haciéndose insoportable para todo aquel que se le acercara.

Y lo detestaba.

No podía comprender por qué era así.

Y más lo era con su abuela, el ser que más amaba en este mundo.

Sabía que era una aberración para su padre que ella fuera una cantante, pero era su vida, no podía manejarla como su fuera un títere.

No podía tolerar hacer siempre lo que él quería, de hecho... no lo hacía, por eso decía que era malcriada. Llevarle la contraria era una de las cosas que hacía siempre que podía.

Al principio sentía miedo...pues él, era muy violento cuando perdía los estribos, pero eso la hizo más fuerte.

Y nunca imagino que necesitaría mucha fortaleza para lo que se venía...

My Peace Is YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora