¿Mi esposo es un asesino?

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-Es ella, es ella- Repetía Emma sin dejar de ver la pantalla.

-Tenemos que irnos- Dijo Cruella y Emma asintió y se puso de pie para avanzar a la salida.

- ¿Qué pasa aquí? – Entró Whale y los miró con sospecha, Cruella exageró una tos y se volteó hacia otro lado.

-Qué bueno que llegó doctor, no sabía a quién llamar la verdad- Dijo de inmediato Swan.

- ¿Qué pasa Emma? ¿Estás bien?

-Sí, yo estoy bien, es la tía de mi amigo Robin que se puso muy mal- Señaló a Cruella que seguía fingiendo toser- Estábamos en urgencias, ya teníamos demasiado tiempo esperando para que la atendieran y me tomé el atrevimiento de venir a buscarlo.

-No entiendo, mi consultorio estaba cerrado ¿Quién les abrió? – Preguntó con los ojos entrecerrados.

-Una enfermera, ella vio tan mal a la señora, que nos quiso ayudar.

-A ver, les voy a pedir que salgan de mi consultorio, ya mismo llamo a urgencias para que atiendan de inmediato a la señora.

-Muchas gracias, lamento haberlo incomodado- Se giró hacia la puerta para seguir a su amigo y a Cruella.

-Emma ¿Te pasa algo? No sé, te noto...

-Estoy perfecta- Dijo de inmediato mirándolo por encima del hombro- Nos vemos doctor- Sonrió falsamente y salió a toda prisa.


- ¿Qué se le ofrece? – Preguntó Regina al abrir la puerta.

-Qué pena, es que me dijeron que esta era la dirección de mi primo Ezequiel- Mintió Scarlet.

-No, le dieron mal la dirección.

-No entiendo, incluso su mamá dijo que estuvo acá hace un par de semanas, perdón ¿Tu nombre es?

-No, su mamá no estuvo aquí, mi nombre es Regina, y le voy a pedir que se retire por favor- Quiso cerrar la puerta.

-Perdón ¿De casualidad no sabe el nombre del inquilino anterior? - Con el rabillo del ojo vio a a un niño en la mesa.

- ¿Todo bien mamá? – Apareció Ivy.

-Sí mi amor, este hombre se equivocó de dirección, pero ya se va- Le hizo señas y Scarlet se fue- Ivy, este hombre no me da buena espina, si vuelve a venir, me avisas de inmediato ¿ok? – La adolescente asintió.


-Quiero que Gold esté fuera de estas negociaciones- Dijo Graham a Jefferson en la mesa del lujoso restaurante- Que sea solo entre tú y yo.

-Eres muy hábil, que se casen Gold y Bauer te convierte en el próximo yerno del futuro alcalde de este país, brillante.

-Al grano- Dijo con fastidio.

-La organización, si tú quieres, desde mañana puede activarse para inclinar las encuestas a favor de Gold.

- ¿A cambio de qué?

-Queremos el ministerio de comercio exterior- Dijo seriamente y Graham se rio entre dientes.

-Jefferson, estás pidiendo el control de los puertos de Maine.

-También de las aduanas, de las fronteras, nuestras actividades que son muchas, necesitan ser un poco más fluidas, nos estamos gastando mucho dinero mojando las manos de las autoridades.

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