La terrible verdad

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Regina caminó con la cabeza gacha, no entendía porque la rubia se había escapado así, pateó una piedra con saña como si fuera la responsable de su malestar.

Cuando levantó la vista, a la distancia vio un bulto, su corazón sintió como si lo hubiesen apretujado, tenía un mal presentimiento, así que corrió hacia esa dirección, sus ojos comenzaron a llenarse de agua cuando faltando unos metros, se dio cuenta que era una mujer, rubia, Emma.

Vio que un hombre en traje negro se acercaba a Emma, cuando lo reconoció, sintió que la sangre se le iba a los pies, era el mismo hombre que había estado haciendo preguntas en su casa.

-No la toques- Le gritó la morena y Scarlet sacó un arma y apuntó en su dirección.

-Tú eres quien no debería acercarse a ella si sabes lo que te conviene.

-Emma necesita ayuda, por favor- No era momento de pelear, solo quería que Emma estuviera bien.

-Y por eso estoy aquí, para ayudarla, así que lárgate.

-No le pongas una jodida mano encima a Emma- Se acercó sin importarle que le estuviera apuntando con el arma- Te juro que si...

-Es una orden de Graham Humbert- Informó y la morena no sabía si estar aliviada o preocuparse más- Que te largues bicho raro- Ladró y la morena miró una vez más a la rubia inconsciente y obedeció por el bien de Emma.

O, mejor dicho, simuló que obedeció, porque siguió cada movimiento del hombre a la distancia, solo suspiró tranquila cuando estuvo segura que Emma fue ingresada al hospital.


Peter entró a la casa de las Lucas como si fuera suya, detrás, Gideon sosteniendo del brazo a Ivy y el chico barbudo al final, cuando Granny los vio, quiso tomar su rifle, pero de inmediato Peter se lo impidió.

- ¿Qué hay de nuevo anciana? – Preguntó burlonamente Gideon.

- ¿Qué hace la niña Mills aquí? – Preguntó preocupada por la joven- No pedimos pizza.

-Solo nos hará compañía en lo que llega tu nieta- Dijo Peter con aburrimiento- Vaya a su recámara abuela- Ordenó y Granny le dio una mirada tranquilizadora a la joven Mills.


Ruby entró a toda prisa al bar donde tocaba su banda, buscó al dueño y le pidió un préstamo.

-Es mucho dinero Ruby ¿Quién me garantiza que me vas a pagar? – Preguntó mientras prendía un cigarrillo.

-Te dejo la escritura de mi coche como una parte, además te puedo pagar intereses, los que quieras Leroy- Dijo desesperada.

- ¿Para qué necesitas ese dinero? ¿En qué andas metida ahora?

-Es un asunto familiar, no me des la espalda hermano, me urge ese dinero- Suplicó.


- ¿Estás escuchando lo que te estoy diciendo Zee? – Preguntó Regina intentando que no le molestara el ruido del bar- Ese tipo que fue a hacer preguntas extrañas hace unos días, dijo que venía de parte del esposo de Emma, lo que quiere decir que no tiene nada que ver con la gente que mató a Ingrid.

-Esas son buenísimas noticias Ginny, eso significa que no te tiene el ojo puesto a ti.

-Pero tiene el ojo puesto en Emma, la está siguiendo.

-Bueno, por algo será ¿O no? – Dio un sorbo a su cerveza.

-Hay algo raro en todo esto Zel, hay algo muy raro- También bebió.

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