Palpitar

Infiltrada

Hola gente, aquí está el capítulo que les debía, así que espero que lo disfruten 😉

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-Emma, me estás acusando de algo muy grave- Dijo Graham sin mostrar emoción, pero en realidad estaba más asustado que nunca.

-Espantoso- Se puso de pie- Pero todo encaja Graham, el día que a mí me hicieron el trasplante, ese día mataron a Ingrid Arendelle Mills ¿Y ahora tus mensajes con ese tal Cassidy? – Se acercó a su oído- ¿Yo no te tengo que explicar todas las cosas que puede conseguir un hacker verdad? - Le escupió al oído y Humbert se puso de pie lanzando la servilleta sobre la mesa de manera violenta.

-Lo hice por ti, por ti y por mí, sí, por mí, no te lo voy a negar, si tú morías, yo también Emma, porque el día que te conocí, le encontré sentido a mi vida, entendí que ni el éxito ni el dinero tenían tanto significado para mí, todo se reducía a algo, a ti, solo a ti- Gesticuló con desesperación- Por eso me aterraba, me aterraba saber que te ibas a morir por la maldita razón de que no aparecía un donante, yo me convertí en un asesino por salvar a la mujer que amo.

-No, mataste a una mujer inocente, por Dios- Alzó la voz con las lágrimas ya escapando de sus ojos- Una mamá de unos hijos preciosos, una mujer que estaba sana, una mujer que también tenía una esposa que la amaba- Su pecho dolía al pensar en el sufrimiento de los Mills.

- ¿NO CREES QUE NO LO SÉ? – Ladró y después recuperó un poco el control- Mi vida no volvió a ser la misma desde ese día, no he podido volver a dormir sin una puta pastilla, la culpa Emma, la culpa es el veneno más hijo de puta que hay- Se presionó los ojos con los dedos- Yo estaba desesperado mi amor, ya no sabía que más hacer, llamé a todos los hospitales ¿A dónde no fuimos? Todo Estados Unidos, Canadá, Australia ¿En cuántas listas de espera no estabas? Y nada que aparecía un donante.

-Eso no justifica lo que...

-MIERDA, DÉJAME HABLAR- Se alteró una vez más- Tu última crisis, iba a ser eso, la última, lo dijo el doctor Whale, te daban dos meses Emma, dos malditos meses, entonces apareció esa solución- Sus ojos estaban rojos de retener las lágrimas a raya, contrario a Emma, que lloraba abiertamente- ¿Extrema? Sí ¿Jodida? Sí, pero la muerte, tu muerte, no, tú muerte no- Dijo con determinación- Fue una decisión muy jodida, lo pensé mil veces ¿Pero te digo algo? Y que te quede claro, si yo no hubiera hecho eso, en este momento tú, serías un puño de cenizas en una jarra, un cuerpo pudriéndose en la lápida de un cementerio- Tomó su celular y se lo tendió- Ahora si quieres llama a la policía, haz lo que quieras.

-No, no, no- Comenzó a golpear el pecho de su esposo con los puños cerrados- ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué tenías que salvarme la vida? – Seguía golpeado y llorando- ¿Por qué? ¿Por qué tenías que condenar a esa mujer y condenarme a mí? ¿Por qué Graham? ¿Por qué? – Sintió que perdía las fuerzas - No, no, no ¿Por qué? – El hombre la abrazó y ya no pudo detener un par de lágrimas.

-No pasó nada- Dijo Regina/Reynaldo con la voz entrecortada por la mano de Neal en su garganta.

- ¿Te quieres morir pendejo? – Le apuntó con un arma y se escuchó un disparo.

-Ya te calmas Neal- Ladró Tamara quien fue que disparó al aire- A este tipo ni lo conozco ni me interesa, pero no voy a dejar que hagas una pendejada por tus putos celos- Advirtió.

-Reynaldo es el latino que les dije que andaba buscando trabajo- Intervino Rose y Neal miró a Mills.

-Aquí no ha pasado nada- Guardó su arma- Una ronda de tequila para todos, para el susto.