07

1.1K 107 9
                                    

Luzu tocó repetidas veces la que esperaba fuera la puerta de aquella casa si es que así le podía llamar.
Tener una estatua de tu mismo y vivir en ella era realmente extraño y de una persona que podía ser llamada narcisista.

Esperaba que el menor tuviera un largo viaje en el mundo de los sueños pues realmente no quería volver sin el pato.

—¡Willy tío sal de una vez!—

Obtuvo la misma respuesta desde que llegó, el silenció.

Incluso ya había rodeado la vivienda buscando una forma de entrar al lugar y buscar a Tenta Culos pero no había ninguna a la vista.

Considero su plan B, ir con staxx y preguntarle si sabía algo sobre el patito de su novio.
Tomo el rumbo hasta la casa más fea de Karmaland e igual que en casa de Willy tocó hasta tener alguna respuesta.

—Ya voy ya voy ya voy— la voz del dueño de la casa hizo acto de presencia y en segundos la puerta fue abierta —¡Hombre luzu! ¿Que te trae por aquí compañero?—

—Frank vengo por el pato que Willy se llevó, por favor devuelvanlo es muy importante— estaba a nada de implorar por esa maldita mascota, no quería ver triste a su Quacks.

—Vaya... Suena que realmente necesitas al pato— hubo un corto silencio que se tornaba incómodo —Lo que pasa es que Willy se lo llevó a Rubius porque el oso le ofreció karmacoins de oro—

Frank pudo jugar que un tic en el ojo del de sudadera negra había aparecido de la nada, escucho con una voz muy forzada un "Hasta luego staxx, gracias" y vio desaparecer al emo.

{•••}

Luzu llegó a la casa del híbrido de oso, se fijo por las ventanas esperando verle a él o al pato, pero no había nadie, ni rastros de que el peliteñido hubiera estado por su casa ese día.

Suspiro empezando a rendirse, tal vez ese día no conseguiría a Tenta Culos pero si tendría a quackity totalmente pegado a el buscando consuelo y amor, tal y como lo quería.

Llegó a su casa convencido de que estaría abrazado a su pareja todo lo que restaba del día, es obvio que eso no paso ya que al entrar estaba nada más y nada menos que Quackity abrazando a Tenta Culos y Rubius tomando una foto del reencuentro.

—¡Ah! Lusuuu, que bueno que llegas adivina quién volvió— Quackity con entusiasmo alzo al pato que no hizo más que aletear un poco —Rubius lo trajo, dijo que lo encontró rondando por su casa—

Luzu no entendía como es que Quackity había olvidado tan rápido el incidente que el mismo creo para que se alejara del peliteñido que ahora mismo estaba en su casa con una mirada asesina hacia su persona.

—Ya sabes quackity yo estoy aquí para lo que necesites— sin quitar la vista del castaño abrazo al de sudadera azul.

—Muchas gracias, te recompensare en cuanto tenga diamantes ¿Si o no lusu?—

—Claro que si quacks, le daremos una buena recompensa— sentía su sangre hervir de solo ver cómo el intruso seguía abrazando a SU novio —Bueno yo creo que ya es tarde, acompañare al salvador de Tenta Culos hasta la salida—

—Owww pero todos podríamos comer una carnitas asada para celebrar que mi hijo favorito volvió a casa— luzu podría jurar que debajo de esa máscara quackity tendría un gran puchero.

—No te preocupes quackity, será otro día, luzu tiene razón ya es algo tarde— se despidió con un abrazo del híbrido de pato y junto a luzu salieron de la casa.

En silencio caminaban hasta un punto intermedio entre la casa de luzu y quackity a la de Rubius.

—No se que planeas Rubén pero creía que ya había quedado claro que no te quiero cerca de mí Quackity — no volteo a verlo, seguía con la vista en el camino.

—Tu amenaza ya no me importa, Quackity no merece que lo manipules así, Vegetta se enteró de lo que lo hiciste hacer y no quiere salir de su casa por tu culpa, debes dejar tu tonta obsesión con querer aprisionar al pobre chico, quackity merece una vida sin tener que aguantar tus berriches y fetiches raros—

Luzu no lo pensó dos veces y saco su espada colocándola en un rápido movimiento sobre el cuello del oso.

—Tu no sabes nada, no entiendes nada y mejor deberías callarte, Quackity está y estara por siempre bajo mi cuidado, ni tú ni nadie me lo arrebatará, está es tu segunda abvertencía y a la próxima te cortaré el puto cuello—

Borja guardo su espada y ahora tomo el camino devuelta a su casa, Rubius era un tonto que no entendía, nadie entendía, ese sentimiento de traición y abandono nunca volvería a él, no mientras Quackity este solamente a su lado.















Ola
Gracias por leer y por votar <3
Tmb por sus comentarios jiji q sepan q les leo.
Si ven una falta de ortografía no duden en decírmelo, tengo dislexia y sueño confundir muy feo las letras/palabras, tmb estoy medio imbecil xd

¡BOOM!         ~Luckity~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora