Pocas semanas habían pasado desde que la ahora pareja se había confesado, no salían de los alrededores de su casa y si alguien del pueblo los llegaba a ver lo único que hacían era contar lo dulce y adorable que eran.
Días llenos de pequeños besos robados y abrazos que podían durar horas, pero claro tenían responsabilidades y necesidades.
Hoy le tocaba a Luzu cumplir misiones que como héroe tenía que hacer obligatoriamente.Quackity lo despidió con un sonoro beso en la mejilla y varias frases como "¡Adiós vieja!" "¡Mandas la pensión pa' tus hijos!" que le hicieron bastante gracia y le alegraron el corazón.
El mexicano una vez perdió de vista a su pareja salió igualmente de casa con un destino muy marcado, la casa de rubius.
Hace mucho no lo veía y la verdad era que lo extrañaba, eran amigos después de todo, no importaba cuantas minas se pusieran ellos iban a ser muy buenos amigos.
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—¡Hombreee Quackity!— el peliteñido abrió aquellas puertas de cristal e invito a pasar a su visitante.
—Holaaa rubiusss ¿Cómo estás? Que bonita casa eh, poca privacidad me gusta— acaricio al cerdo que portaba una etiqueta con el nombre de Juan Carlos.
—Pues ya ves macho yo no guardo secretos— Cerro la puerta tras de si y fue hacia su improvisada cocina —¿tu guardas secretos quackity?—
—Nonono yo soy muy transparente yo no tengo nada que guardar— fuera de su reciente relación con luzu claro.
—Bien eso es bueno, hablando de ser transparente Vegetta va a venir a esta cenita de amigos— Verificó que nada de lo que acaba de preparar se estaba incendiando y al rectificarlo se alejo del horno.
—¿Vegetta? Pensé que solo tú y yo íbamos a estar, luzu ni sabe que vine contigo y si se entera valgo madres— ¿Celos? Nah Bro, luzu solo se preocupaba.
—Que controladito te tiene ¿No? Además triple siete apenas y hace una ilegalidad, sería el último en poner una mina—
—Si tu lo dices...—
Siguieron platicando de temas comunes como lo que hacían día a día, recetas de cocina, cómo les iba en la minas y sobre sus mascotas que eran más como sus hijos.
A cierta hora el más bajo ayudo al dueño de la casa a poner la mesa y servir la comida, el amante de morado no había hecho acto de presencia y esto ponía inquieto al híbrido de oso.
—Rubiuuuus ya es tarde, tengo hambre y luzu no tarda en volver a la casa, si no me ve se va a volver loco—
—¿Qué acaso es tu madre? Aguanta otro rato tío que vege no tarda mucho en llegar—
Y como si lo hubieran invocado el de ojos amatistas llegó entrando por la puerta de la residencia cargando un ramo de flores azules y amarillas, una sonrisa coqueta y tal vez un poco arrogante, iba muy bien vestido exceptuando por ese gorro de brujo.
—Lamento la tardanza, estaba buscando las flores más bonitas para ti— extendió el ramo al de mascara sonriente.
Quackity estaba completamente en blanco apenas y por impulso tomo las flores, si pudiera decir cómo se sentía en ese momento diría que era como "?"
Los tres tomaron asiento y Alexis pudo ver cómo la pierna de rubius no dejaba de moverse así como Vegetta no le quitaba los ojos de encima. Ahora estaba incómodo y con un mal presentimiento.
—B-bueno ¿Comemos?— el mexicano tomó los cubiertos en una forma de romper el incómodo silencio.
—Si deberíamos comernos—
Vegetta está vez guiña en dirección a Rubius y Quackity quiere salir corriendo.
—Yo comenzaré porque Rubius seguro se esforzó en que esté todo muy rico— se llevó un bocado de pasta a su boca y juro sentir como su mandíbula se adormecida solo un poco.
—Si vege hay que comer o se va a enfriar— la voz del anfitrión tembló y dio una mirada rápida al híbrido de pato, una mirada que no supo descifrar.
Los tres comieron en completo silencio uno con más prisa que los otros y es que entre más comía más mal presentimiento tenía.
—Uff ya no me cabe más, muy rica la comida rubius, gran chef y gracias por las flores Vegetta pero me tengo que ir seguro luzu necesita mi ayuda— se levantó tan rápido que el mareo lo asoció con su falta de hierro más no espero caerse.
—Uy Quackity, creo que ocupas de nuestra ayuda—
El castaño se levantó y llegó hasta la par del mexicano, rubius empezó a cerrar las persianas que el pelinegro nunca había notado.
—Ja! Que graciosos pero ya me tengo que ir— se arrastró cómo pudo hacía la entrada con la mirada amatista sobre el.
—Ven Quackity que no mordemos a menos que tú quieras claro—
No supo en qué momento el peliteñido había paso de estar cubriendo las ventanas a estar detrás de él.
Bajo la máscara con sonrisa una expresión de miedo habitaba ¿Que estaban haciendo?Vegetta volvió acercarse al de gorro y peleando un poco logro tomar el mentón del menor.
—Que eres lindo quackity...—
Y antes de que cualquier cosa pero pasará las puertas fueron abiertas de golpe.
—¡Vegetta quita tus sucias manos de mago de MI Quackity!—
Cómo si de un milagro se tratara Luzu acababa de entrar por la puerta, no tardó mucho en abalanzarse sobre el castaño y darle un buen golpe, rubius de alejo del menor y huyó de su propia casa.
El de ojos carmín se separo del noqueado cuerpo y suavizando su rostro de acercó al más bajo que se encontraba en posición fetal.—Quacks ¿Estás bien?— dio una vista rápida para verificar si veía alguna herida externa pero para su suerte no había nada.
—Lusuu, perdóname por salir, tenías razón solo debo confiar en ti— se aferró al cuerpo de su salvador y en cuestión de segundos ya estaba siendo cargado para irse a casa.
—La gente es mala quackity, solo tienes que fiarte de mí, yo te quiero mucho y no puedo perderte—
—Yo también te quiero luzu apartir de ahora yo solo te haré caso a ti y no saldré a menos que sea contigo—
Quackity escondió su cara en el cuello del mayor, luzu sonrió y supo que todo había salido como lo planeo.
El patito había sido cazado.¯\_(ツ)_/¯
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¡BOOM! ~Luckity~
FanfictionLuzu protege a Quackity. Inicio: 270722 Termino: 250922 °^°Historia 100% cualquier parecido a otra es pura coincidencia :)) ^°^ no adaptaciones ._. °^° historia de fan para fans, eviten mandarle esto a los chicos :) ^°^ perdonen faltas de ortografía...