siete

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—No me iré de aquí hasta que me digas que te pasó. —dijo Mina, sosteniendo la bolsita de hielo en el ojo morado de Nayeon. Además, tenía un rasguño en la mejilla izquierda y el labio superior roto.

—Ya te dije que me caí.

—Ajá, ¿y desde cuándo el suelo da puñetazos? Solo dime quien te hizo esto.

—Da igual, solo fueron unos golpes. Esto se quitará en unos días.

—Pero-

En ese momento, alguien entró a la enfermería.

—Nay, el director te espera en su oficina. —le avisó Hoseok.

—¡¿Qué?! ¡Eso es injusto! ¡Yo solo le di un pequeño golpe, ella me dejó semi inconsciente!

—¿Ella? —intervino Mina.

—Debiste verla, Mina, fue tan gracioso. —rió. —Hyuna realmente explotó.

—¿De qué hablas?

—¡Shhhh! ¡Hoseok, cierra la maldita boca!

—Nay, no debiste golpearla solo porque le dijo idiota a Mina.

—¡Hoseok!

—Bien, bien. Me voy. —salió de la enfermería riendo por la actitud de Nayeon.

—¿En serio hiciste eso? Pero tú me dices idiota todos los días. —sonrió mostrando sus encías.

—No importa. —miró hacia abajo, sonrojada.

—Ahora estarás en problemas. —acarició sus pómulos.

—Solo serán un par de días de suspensión... ay, ¿cómo le diré a mi madre?... —murmuró lo último.

—No pasa nada Nay, tu mamá se preocupará más por tus heridas.

—Mina... e-estás muy cerca... —murmuró inclinando su cuerpo ligeramente hacia atrás.

—Nay, ¿puedo... —susurró con sus labios a punto de rozar con los de la castaña, pero fue interrumpida por la puerta abriéndose de golpe, Nayeon se separó exaltada.

—¡Lo siento, lo siento mucho Nayeon! No fue mi intención golpearte de esa manera, ¡lo siento mucho! —gritó Hyuna, haciendo reverencias sin parar.

—¡Tonta, casi me matas!

—Más respeto mocosa, soy tu mayor.

—Nay, creo que le debes una disculpa, ella ya se disculpó. —Hyuna tenía una ligera marca roja en su mejilla.

—¡Pero te dijo idiota!

—¡Oh!, ¿fue por eso? Solo fue una broma, supongo que también te debo una disculpa a ti Mina.

—No pasa nada. — le sonrió. —Nayeon...— la castaña rodó los ojos.

—Lo siento, Hyuna.

—No pasa nada Nay. Bueno, me tengo que ir, vendrán por mí pronto. —se retiró de la enfermería, despidiéndose con una sonrisa.

Mina miró a Nayeon con una media sonrisa antes de dejar un beso en la comisura de sus labios, creando todo un zoológico en su estómago.

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