Capítulo 6.

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Dione.

—¿Esto es realmente necesario? —preguntó Edward mientras miraba a sus padres en busca de ayuda.

—Por supuesto que lo es —dije segura, deje que mi lado vampiro saliera, mi piel se puso más pálida y mis ojos cambiaron a un color gris, casi blanco, entonces mi corazón se detuvo en seco, intentaría no golpearlo tan fuerte, por lo menos eso apaciguara un poco lo molesta que estaba con él, después de todo no podía dejar a mi futuro sobrino/a sin un padre ¿O si?.

—¡Oh diablos! —escuché la exclamación salir de los labios de Fred al verme.

Los tres habían estado cazando y cuando aparecieron y vieron a Bella se quedaron en shock, hasta que Carlisle los puso en contexto.

—Estás muerto Eddie —asintió Diego quien abrazaba a Bree por la cintura.

—¿Qué flores te gustan? —preguntó Bree mirándolo burlona.

—Mi más sentido pésame —Dijeron Emmett y Jasper al mismo tiempo mirando a Bella, la cual estaba sentada en un mini sofá que Rosalie había traído para ella, literalmente vería todo en primera fila.

—Cariño —Edward la miró con súplica, ella le sonrió inocente.

—Lo siento amor, pero no pienso poner en riesgo mi pellejo —se encogió de hombros.

—Qué fue lo que hice para merecer una familia así —lo escuché quejarse.

—No te preocupes hermano, ya te dijó que solo serán un par de golpes —se burló Jacob.

—Todo pasara rápido —se burló Rosalie —Agradece que no esté tan enojada.

—Bueno, de algo tenía que morir —dijo desanimado.

Todos comenzaron a reír a carcajadas debido a eso.

—¿Listo?

—¿Puedes solo dejarlo pasar?

—No.

—Tenía que intentarlo.

Suspiro y miro a otro lado cerrando fuertemente los ojos.

—Adelante.

Fruncí el ceño.

—¿No vas a defenderte?

Pregunté al verlo estático esperando el golpe.

Negó.

—Así todo terminará más rápido —dijo seguro.

Me encogí de hombros.

—Si tu lo dices.

En menos de un segundo está frente a él dándole un puñetazo en la mejilla que lo mandó a volar, parecieron unos 200 metros, solo escuché el golpe de su cuerpo al caer.

Escuché el silbido de Emmett.

—Buen golpe —me encogí de hombros y corrí hasta aparecer junto a Edward el cual tenía la mejilla agrietada y había un cráter en el suelo debajo de él, no parecía tener intenciones de levantarse.

—Vamos Eddie, solo un golpecito más, te juro que intentaré no golpearte tan fuerte está vez.

Me miró mal.

—¿Qué hice para merecer esto? —miro el cielo.

Arqueé una ceja.

—Tranquila ¿Cómo podría olvidarlo? —lo imite —¿Realmente preguntas eso?

—Nunca vas a olvidarlo ¿verdad?

Negue.

Rodó los ojos y suspiró.

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