Capítulo 10.

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Dione.

Bella y Edward regresaron horas más tarde justo a la seis por lo cual solo ví la mirada extraña de Bella al ver como Carlisle baja las escaleras con varias cosas en sus brazos, entre las cuales estaban una cinta métrica y una balanza. Ya la manada estaba nuevamente en la casa Cullen, a excepción de Esme, Alice, Jasper y Emmett los cuales habían salido, todos miraban atentos a Renesmee.

—Deben de ser las seis —comentó Edward.

—¿Y? —preguntó Bella, con los ojos fijos en Seth, Renesmee y en mi los cuales estábamos en el sillón, Renesmee lucía hermosa e impaciente.

—Hora de medir a Ness —explicó Carlisle.

Bella ya sabía por mis pensamientos sobre el apodo que le habíamos puesto a la niña y por más que se quejara de que sonaba como el monstruo del lago Ness sabía que ese apodo se quedaría, sobre todo teniendo a la manada en casa, más específicos a Paul.

—¡Oh! ¿Hacéis esto cada cuanto?

—Creemos que cuatro veces al día estaría bien —dijo Carlisle.

Renesmee y yo suspiramos.

—¿Cuatro veces? ¿Por qué?

—Ella sigue creciendo con mucha rapidez —murmuró Edward.

—Eso es claro, digo, el embarazo fue corto y todos sabíamos que así sería, Dya nos lo dijo.

—Si —dijo Carlisle —Pero queremos registrarlo.

Se encogió de hombros en lo que se acercaba a nosotros, Renesmee se estiró obedientemente en los brazos de Seth mientras Carlisle extendía la cinta en toda su longitud y después la usaba para medir el perímetro de su cráneo. No tomó ninguna nota, lo recordaría a la perfección.

Una vez que Carlisle había terminado con Renesmee, Seth se dió cuenta que quería estar con su madre así que se la entregó a Bella la cual le dió una pequeña sonrisa. Vi como Renesmee colocó su mano en la mejilla de Bella y está hacía una mueca que pasó desapercibida por casi todos.

Solo sonreí al saber de qué se trataba, Edward también hizo una mueca.

—Oh, maravilloso —gruñó Bella —Perfecto.

Todos parecían confundidos.

—Al parecer lo sabe mejor que todos nosotros —aseguró Edward, con la voz estirada por su propio disgusto.

Me reí.

—¿Se puede saber que acaba de pasar? —preguntó Miles con impaciencia.

—Pues parece que Ness acaba de dejar muy en claro que Seth es de ella —dije burlona, ambos padres me miraron mal mientras que el nombrado se sonrojaba levemente.

—Ya les he dicho que le gusto —murmuró Seth dirigiéndose a los miembros de la manada los cuales rieron, las chicas lo miraron tiernamente igual que yo.

No pude evitarlo.

Note como Renesmee palmeó con impaciencia la mejilla de Bella exigiendo su atención.

Otro recuerdo: Rosalie pasando tiernamente un peine a través de sus rizos, le hacía sentirse bien. También apareció Carlisle con la cinta de medir, y ella sabía que tenía que estirarse y quedarse quieta y no le parecía nada interesante.

—Es como si te estuviera haciendo un resumen de todo lo que te has perdido —comentó Edward.

En ese momento Alice apareció al otro lado del río, balanceándose hacia delante y hacia atrás en una rama como una artista del trapecio, con los dedos de los pies pegados a las manos, antes de arrojar su cuerpo en una graciosa voltereta hacia el río. Esme hizo un salto mucho más convencional, mientras que Emmett se lanzaba contra el agua, chapoteando de tal modo que las salpicaduras llegaron hasta las ventanas traseras, Jasper los siguió, con su propio y eficaz salto de aspecto sobrio pero sutil frente al de los demás.

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