Precuela de Sangre Dorada.
Anastacius ya habia cumplido lo que su ancestro tanto le insistia: tener al hijo de su hermano a su lado como futuro recipiente. Entonces...
¡¿Por qué ese niño lo miraba y lo buscaba tanto?!
- ¿Awa?
- ... no.
Del odi...
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¿Qué sigue ahora?
Al momento de informarle a su padre sobre el hecho de darle el nombre "inmortal" al hijo de Claude, este se mostró reacio a su decisión, era obvio que odiaba que su primogénito no fuera capaz de darle su primer nieto.
— ¿Por qué hiciste algo tan estúpido como eso? — le cuestiono su progenitor con rudeza, sus ojos mostraban disgusto puro. — Ese mocoso-...
— Padre, piénselo con más calma. —dijo para apaciguar los sentimientos conflictivos del monarca. — Claude aun así tiene sangre suya y es demostrado a través de sus ojos enjoyados, mi sobrino heredero la magia imperial con mucha fuerza y he sentido un rastro de la magia dorada tan mencionada en los libros de Atlanta. Imagínese lo que todos pensaran sobre usted... "El gran emperador Eibom de Alger Obelia, abuelo del digno príncipe que representa la alianza entre Atlanta y Obelia" Estoy seguro... todos quedaran fascinados ante el esplendor de su descendencia.
Lo medito, llevo su mano hasta su mentón acariciando lentamente su barba con canas; el compromiso de Eira Yue con él era algo que se tenía planeado hasta que la fémina eligió a Claude por encima del título de emperatriz de Obelia, se había enamorado perdidamente de su hermanito.
— Y bien... ¿Qué planeas hacer?
— Permítame poner en los registro de la familia a Orión como mi legítimo heredero. — dictaminó con una sonrisa gentil. — Eso evitara que su nombre sea manchado y tendrá un descendiente poderoso.
— ... de acuerdo. Supongo que deberé mostrar algo de alegría ante la mujer que lo dio a luz, además, tengo que reafirmar lo que me dices.
— Le prometo que no se arrepentirá, padre.
— Espero que no.
Con eso ya dicho, su progenitor se retiró de la habitación dispuesto a visitar el palacio Rubí por su sobrino, tenía la seguridad que su padre al igual que Karax quedaría fascinado por los manas poderosos del recién nacido.
Tal vez no fuera tan abundante, pero cuando creciera tendría una mejor fluidez.
— No lo controlaste ¿Cierto?
— El emperador tiene más ambición que tú, estoy seguro que mudara a tu cuñada al palacio Esmeralda junto a su hija por el lote de dinero que envió el duque Yue.
— Hm, es lo más seguro. — recito mirando la bruma que se posaba a su lado, ambos miraban a través de la ventana el lugar mencionado. — Al menos, cuando Orión sea traído al palacio Garnet, deberé darle una cantidad de dinero para que críen bien a mi sobrina.
