El mana dorado
Claude ingreso en la habitación siendo recibido por su amigo y fiel compañero, Félix, quien lucía preocupado y no esperaba menos.
Literalmente sus ropas estaban descuidadas y tenía las marcas de dedos en su cuello, incluso podía sentir como un fino camino de sangre se formó hasta manchar su camisa.
— ¿Dónde está Eira? —pregunto con el miedo recorriendo su cuerpo entero, moriría si algo malo le hubiera sucedido a su mujer. —
— La señora Eira está conversando con Asher en su habitación. Claude, ¿Qué paso? No puedes verla en ese estado... vamos a que tomes una ducha.
— ... Ningún sirviente interrumpió en el palacio Rubí ¿Cierto?
— No sucedió nada durante tu ausencia... ¿Qué te dijo el emperador?
— No fue el emperador, fue Anastacius.
— ¿Qué?
— Y quiere quedarse con Orión... no podemos permitir que eso suceda, pero...
Suspiro sobando su rostro con frustración, desde su lugar podía escuchar la risa contenta de su amada junto a las de sus hijos, podía imaginar el rostro feliz de su luna y como este se fragmentaría en el dolor cuando le dijera sobre lo sucedido.
— Te contaré el resto más tarde, ahora debo ir a cambiar ropas.
— Le diré a la señora que ya llego.
— Félix, no tienes que llamarla de un modo tan formal, eres como un hermano para mí y no me pongo celoso cuando Asher le dice a Eira; "Eclipse".
— ... está bien.
No tardo mucho, seco su sangre con su camisa sucia para limpiar con un extremo mojado el rastro seco que dejo unas más profundas y se vistió con la camisa oscura para disimular, peino sus cabellos con sus palmas húmedas antes de suspirar echando su cabeza hacia atrás para tratar de pensar como se lo diría a ella.
No, debió intentarlo cuantas veces fueran necesarias para que Anastacius declinara.
"Demonios." Cubrió sus ojos con la palma de su mano en un vano intento por guardar sus lágrimas que amenazaban por escapar de sus ojos, mientras que la amargura por su propia debilidad lo empezaba a inundar.
Apenas hasta ayer pudieron disfrutar el convivir como una familia feliz, ¿Eso era todo? ¿Su felicidad se vería empañada por la codicia del príncipe heredero?
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¡Papá!
FanfictionPrecuela de Sangre Dorada. Anastacius ya habia cumplido lo que su ancestro tanto le insistia: tener al hijo de su hermano a su lado como futuro recipiente. Entonces... ¡¿Por qué ese niño lo miraba y lo buscaba tanto?! - ¿Awa? - ... no. Del odi...