La Valkiria revisaba sus libros de magia, junto a Brunhilde. Roja tenía miedo de nunca aprender a convertirse en un arma, como lo hicieron sus demás hermanas valkirias. Así empieza mí historia... -- Por favor, ya no quiero ser amante de los dioses, quédate una hora más! Sé que puedo...-- exclamé con desesperación-- -- Roja, suficiente! Creo que no podrás convertirte en un arma divina nunca, a veces sucede, no eres una Valkiria pura. Deberías comenzar a aceptarlo. Adiós, lo lamento hermana, es mí deber comenzar el Ragnarok, sino, todo estará perdido. -- dijo Brunhilde seriamente-- --Es que no quiero aceptarlo... -- dije, con los ojos rojos de tanto leer libros en la madrugada, y ahora estos ojos comenzaban a humedecerse...-- Brunhilde se retiró, dejándome sola leyendo mis libros sobre transformación de Valkirias. Comencé a llenar de lágrimas las páginas de mis libros. Pronto, sonó una trompeta que indicaba una reunión importante de Dioses. Cerré el libro y me dirigí a la ostentosa reunión de los dioses, donde iban a decidir matar a los humanos o no. Vi a Hermes primero, y me indico mí lugar,nos sentamos juntos, y estábamos esperando el inicio de la reunión. -- Ya decidimos quien te poseera hoy. -- me dijo Hermes, con una sonrisa arrogante-- -- Okey.-- afirmé temerosamente, y en voz baja-- Tenía mucho miedo a los dioses, los seres más poderosos del universo, no podía contradecir o demostrar mí odio hacia un emparejamiento que no deseaba, si lo hacía estaría muerta. -- Hoy te toca satisfacer a Poseidón. Irás a su habitación inmediatamente cuando esta reunión concluya. -- Otra vez? Her...mes... No...Yo...-- tartamudeé-- -- No?-- responde Hermes, con un tono molesto-- -- No me siento bien... -- No me vengas con excusas, ayer el doctor me dijo que estabas fingiendo síntomas, si lo vuelves a hacer, te borraré de la existencia, Roja. Hermes se molestó mucho conmigo, más de lo que pensé. Me arrodillé y besé sus pies. -- Perdón, Hermes. -- Está bien, Valkiria de bajo rango, levántate... Y sonríe más, es tu maldito trabajo satisfacer de todas las formas a los dioses. Me estremecí con sus palabras y lo obedecí al pie de la letra. Sonreía con todas mis fuerzas mientras comenzaba la reunión. En mí interior lloraba y sufría, de verdad quería ser útil para Brunhilde y la humanidad. Muchos dioses importantes llegaron.
La mayoría decidió por eliminar a la raza humana... Hasta que llegó Brunhilde y llegaron a un acuerdo: El Ragnarok. Dioses vs humanos en una batalla por perpetuar su existencia. Zeus y los demás dioses decidieron aceptar, sin dudas podrían derrotarlos fácilmente, en teoría, hasta con lógica pura... Todo estaba a su favor. Pronto, se armó el enorme escenario de batalla, la arena Valhalla. Heimdall tocó la trompeta del inicio del Ragnarok, muy emocionado. A un lado de la gran arena estaban los dioses, y en el otro lado estaban los humanos presenciando su última esperanza... -- Por el lado de los dioses... El más fuerte de los dioses nórdicos... El gran Thor! Me estremecí por segunda vez en el día... Thor es... Demasiado, creo que solo están buscando humillar a la humanidad de una vez... Es tan injusto... Los odio! -- Tranquila, Rojita. Él va a estar bien...-- dijo Loki, detrás de mí, dándome un gran susto-- -- Lo sé... Thor vencerá... Sin dudas. En el fondo de mí deseaba que Thor perdiera, pero al estar obligada a vivir y servir a los dioses, tenía que fingirles agrado y amor. Me alejé de los dioses principales, pero Hermes me llevo de vuelta, y me obligó a sentarme junto a Zeus... -- Que hermoso verte, Roja. Te ves más bella cada día... -- Gracias. -- respondí con mucho respeto y temor a Zeus -- Pronto, iban a anunciar al contrincante humano. Mí corazón quería que ganará la humanidad... pero debía fingir que apoyaba a los dioses ya que estaba obligada a servirles... Era un momento muy tenso... El primer humano era Lu bu, un guerrero muy destacado de la humanidad. En mí interior... Quisiera que gane! Pero es... Imposible... Comenzaron a salir lágrimas que no pude ocultar... -- No llores, Roja. Sé que Thor es muy apuesto y su belleza deslumbra, pero tranquila, él después de ganar buscará de tu compañía... -- dijo Hermes humillandome delante de Zeus-- No aguante más... -- Voy por una bebida de la enfermería, creo que tengo náuseas, lo siento, señor Zeus, dioses, con su permiso... -- Claro, ve y regresa pronto, Rojita. -- dijo Zeus guiñandome-- Salía lentamente, y en silencio... Apenas me aparté de la vista de los dioses... Salí rápidamente y corrí a máxima velocidad para ver a Brunhilde, buscando conversar con ella un momento... De verdad quisiera poder transformarme en arma para pelear por la humanidad! Soy tan inútil! No puedo hacerlo y tampoco puedo dejar de servir a los dioses, me tienen condenada como si fuera su mascota, su objeto, su fantasía, su dama de compañía... Los odio... Literalmente solo me hacen vivir para su entretenimiento... No soy una Valkiria pura, y por eso, este fue mi horrible destino... Vamos Lu Bu! Gritaba en mí cabeza, mientras recordaba las cosas horribles que me hacían los dioses... Y seguía corriendo para reunirme con mí querida hermana Brunhilde...
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* La OC Valkiria Roja tiene más de cien años y menos de dos mil, y su apariencia se queda igual a la de 27 años, es decir, la imagino a la misma edad de Brunhilde*
