Mantenía a la paloma robótica en mi hombro, justo como él que me la regaló, lo suele hacer. Estaba más animada, hasta sentía un especial cosquilleo en el estómago cada vez que pensaba en la sonrisa de aquel genio científico, era amor? Mis mejillas se calientan, no puede ser... Para intentar pensar en otra cosa, comencé a cantar Yellow, de Coldplay. Pero, en el largo camino, me preguntaba repetidamente... ¿Él sentirá lo mismo que yo siento?
Siento tanta ilusión, el científico más brillante de la humanidad de verdad podría mirarme con ojos de amor? ¿Era lógico? ¿Una rara Valkiria como yo dominaría su corazón? Porque él ya se ganó el mío. ¿Por qué no me querría? Después de todo, soy especial para él, lo confesó en esa hermosa carta, y me dio de regalo esta hermosa paloma robot. Lo sentí desde la primera vez que hicimos el Volund, era una conexión especial, y muy íntima. Él se sentía atraído a mi poder, y a mi esencia, ¿O sólo era su curiosidad científica en mí, no una atracción? Lo visitaré ahora! Lo extraño mucho, sinceramente. Emprendí mí camino hasta el laboratorio de Tesla, junto a mi paloma robot. Quería darle mis agradecimientos por el regalo, y contarle de mi experiencia en la batalla junto a Jack, seguro amará escuchar cada palabra de lo que viví... Y quizás le dé muchos besos, y lo haré muy feliz, lo sé... Mis mejillas se tornaron rojas al pensar en darle mis sagrados besos, y mí corazón palpitaba más rápido, estaba muy emocionada, hasta exhalaba al pensar en su rostro, sonriendome. Cuando lo conocí, me di cuenta de que Tesla era un humano diferente, brillante, inteligente y amable... Y hermoso. Hasta ahora, pienso lo mismo de él. Llegué! La puerta del laboratorio de Tesla se abrió automáticamente, y yo entre rápido, no podía esperar. Cuando llegué...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tesla estaba sosteniendo las manos de Gondull, parecía muy cercanos, quizás solo estaban estudiando su Volund. Pero... Ni siquiera parecían querer dejar de mirarse a los ojos, estaban muy concentrados el uno con el otro, a pesar de que yo estaba a unos metros, no se percataron de mi silenciosa presencia. Mí corazón estaba confuso, e inseguro... Sus ojos no están en mí... Y su corazón, probablemente, tampoco esté para mí... Retrocedí lentamente, y salí discretamente, y algunos metros más lejos de ese laboratorio, comence a reflexionar... Al ver a mí hermana Gondull tan cerca a Tesla, solo puedo concluir en que yo no debía meterme en su hermosa relación... Y me he ilusionado demasiado, hasta sentí una presión en la garganta... No tenía porqué ilusionarme de esta manera, después de todo, no tengo que enamorarme. No nací para amar, nací para servir y obedecer... Así lo decidieron los dioses, nací con esa misión. Pero ahora no le sirvo a los dioses ni a nadie! Soy de sangre impura, tengo muchas cosas mal... Miles de pensamientos e inseguridades comenzaron a apoderarse de mí. No soy tan hermosa, no soy una Valkiria normal como mis demás hermanas, no tengo nada que ofrecer, no soy divertida, no soy tan inteligente, no tengo derecho a sentirme así de triste, lo que debería hacer es olvidarme por completo del amor romántico, mis sentimientos no son válidos, estamos en medio de una batalla decisiva de dioses y humanos. Entristecida y avergonzada de mí misma por sentirme en derecho de sentir un amor especial por humanos, regresé a mí búsqueda de dulces o regalos... Y me encontré otra vez con Buda, tenía una paleta dulce en su boca, parecía muy relajado. -- Felicitaciones, Rojita-- me dijo Buda, acercándose con una sonrisa -- La humanidad ha empatado gracias a tu sacrificio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mis ojos brillaron al verlo de nuevo, pero debía ser discreta... -- Gracias... señor Buda-- respondí con timidez--Pero no hay nada que celebrar... Cambiando de tema, tiene algunos dulces extra? Quiero animar a mis hermanas Brunhilde y Göll. -- Oh, Brunhilde está contigo... Claro que sí! Toma todos estos, son los mejores. Todo para ti y Brunhilde, son mis Valkirias favoritas. -- E...es muy amable -- le respondí, enrojecida-- Sé que usted peleará a favor de los dioses, pero no importa, le deseo suerte! Buda tocó mi barbilla suavemente, me miró a los ojos... -- Dulce Valkiria, eres libre, y elegiste amar a la humanidad... -- me sonrió Buda-- Eso es genial, hasta tus ojos se ven más hermosos que antes... Espero volver a verte pronto! Buda me sonreía, parecía que pensaba lo mismo que yo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era tentador bendecirlo con un beso... Pero solo me despedí de él con una respetuosa reverencia. Cada vez que me gusta realmente alguien, deseo darle la bendición del beso... Me sentía tan libre de hacerlo, después de todo, nací para complacer, pero no debía hacerlo, Brunhilda me dijo que debería ser más discreta, y ella tiene razón en que a veces me dejó llevar mucho por mis sentimientos... Ya había conseguido los dulces gracias a Buda, y me encontraba en camino de regreso a ver a mis hermanas. De un momento a otro, el ambiente del camino comenzó a oscurecerse, y a llenarse de sombras, comencé a temblar, se me bajó la presión, mis manos estaban heladas! Hasta comencé a sentir náuseas... ¿Era la muerte? Una voz tenebrosa en mi mente decía... Podrías terminar mi sufrimiento. Eres interesante, una creación fallida se convirtió en la más perfecta de todas. Te pareces mucho a ella. Los humanos no merecen a una Valkiria tan especial cómo tú... No ensucies tus sagrados labios dándoles ese placer celestial... Pronto, noté como salía sangre de mi nariz y orejas... Y vi, en un segundo, el rostro de aquella voz misteriosa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hazme caso, eres mía, bendita Valkiria impura. Tu belleza y poder están en un nivel tan alto, los dioses te desean como nunca... ¿Y sigues jugando al amor con esos humanos? Susurró la voz, por segunda vez...
